Mentalidad de perdedor, como dejarla atrás

La mentalidad de perdedor es un problema de la vida moderna bastante grave, desde mi punto de vista. Es verdad, la vida no es nada fácil, y de hecho jamás lo ha sido. Pero a pesar de todos los obstáculos, si tienes esta mentalidad terminarás de hacer tu vida algo miserable. Sigue leyendo y ve las consecuencias positivas que tendrías de deshacerte de ella.
En primera, ¿porqué una persona adquiriría una mentalidad de perdedor? Obviamente no es por gusto, y la mayoría de veces no es de manera voluntaria. Todos tenemos un sistema de creencias, el cual alimentamos con los sucesos que pasan cada día. Pero sobre todo, con las enseñanzas que le damos.
Imagina una persona que ya va por su tercer negocio emprendido y en todos ha fracasado. Entonces, él se cree un perdedor como empresario y de hecho está pensando buscar un trabajo normal y olvidarse de todo esto para siempre. En su mente se ha rendido, ha tirado la toalla. En pocas palabras, ha perdido la batalla.
Pero una persona con una mentalidad triunfadora sabría que estos tropiezos solamente lo están haciendo mucho más sabio. Ahora sabe que no hacer, y de esos fracasos los ha vuelto valiosas lecciones. ¿Viste la principal diferencia? Uno tenía una mentalidad triunfadora y otro una mentalidad de perdedor.
Las circunstancias pueden ser las mismas, pero la forma en que las enfrentamos muy diferentes. ¿Es posible cambiar y dejar atrás la mentalidad de perdedor? Por supuesto que sí, y como en muchas enfermedades el primer paso es aceptar el problema. Una vez que lo has aceptado, ya diste un paso muy importante.
Dejando la mentalidad de perdedor
Una de las frases más utilizadas por las personas es la de no rendirse, jamás rendirse. Sin embargo, la escuchamos tan a menudo que empieza a perder todo su impacto, cuando en realidad es una de las más grandes enseñanzas. Y entenderlo es vital para por fin dejar atrás es mentalidad de perdedor.
Un perdedor y un ganador podrían tener exactamente las mismas habilidades para hacer un trabajo. Por ejemplo, ambos podrían ser pésimos para la carpintería, y están intentando construir un mueble. Sin embargo ambos hacen un muy mal trabajo, pareciera que nacieron totalmente negados para construir.
Pero el perdedor simplemente se dará por vencido, pensando que después de todo es un perdedor y no será como los grandes; por otra parte, el de mentalidad triunfadora no se sentirá menos por este fracaso. Al contrario, se sentirá retado y buscará como aumentar sus habilidades.
Finalmente se inscribe por 6 meses a un curso de carpintería, por lo que logra reunir las habilidades necesarias para hacer el ansiado mueble. Su mentalidad fue la gran diferencia. Ahora, ¿te vas a rendir ante las dificultades? Porque si lo haces, efectivamente, estás pensando como perdedor.
Pero te invito a tomar el reto de no darse por vencido. Tal vez no pronto veas los cambios, pero si tomas acción diaria y constante para buscar un cambio te aseguro que verás buenos resultados con el tiempo. Y de esta manera podrás dejar atrás esa terrible mentalidad de perdedor que te aqueja.

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