Procurá pensar cada día el modo en que puedas agradar a alguien. Realizar una buena acción es lo que provoca una sonrisa de alegría en el rostro de alguien” ¿Por qué una buena acción produce bienestar? Por una razón sencilla: Cuando uno se preocupa de su prójimo deja de pensar en el miedo y la melancolía.
El individuo que no se interesa por sus semejantes es el que tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás de esos individuos surgen todos los fracasos humanos.
Quienes han probado muchos medios para liberase de ella sin resultado no pierden nada con intentar este método que consiste en ayudar al prójimo hacer una acción
buena cada día durante 14 días. ¿Quién iba a pensar que aquellas palabras: "Ama a tu prójimo como a ti mismo”son el recurso psicológico más eficaz para curar la tristeza del corazón humano?.
Por otra parte no es difícil hallar ocasiones de hacer el bien porque el mundo está lleno de problemas y necesidades de todo tipo. Podés empezar por tu propia casa y seguir luego por fuera, tené la seguridad de que el 75 por ciento de las personas con que te encuentras cada día tienen necesidad de cariño, de alegría, de algo tuyo. Dales algo y saldrás beneficiado.
Generalmente nosotros hacemos lo contrario preocuparnos de nosotros mismos y los demás… ¡que se aguanten! eso se llama egoísmo y de eso estamos llenos ¡hasta las orejas! Su resultado es la tristeza y la amargura tenemos dentro de nosotros las cosas más contrarias: la felicidad y la tristeza. Seremos nosotros los que construyamos nuestra alegría o nuestra desdicha según usemos una de estás dos herramientas: El “egoísmo” o el “amor”.
Qué buen programa de vida sería buscar hacer felices a los demás sin buscar compensaciones! ¡Inténtalo! en tu trabajo, en la sociedad. Sucederá algo asombroso, la fórmula es mágica
“Ama a tu prójimo como a ti mismo”. Esto no es sólo un mandamiento es una terapia increíble para el corazón triste. El esfuerzo por amar aleja de vos la melancolía