Es la meditación instruida por el Dalai Lama, es la meditación de la compasión, al propagar compasión, se contempla que no se pretende el sufrimiento y que además se tiene el derecho de lograr la felicidad.
Puede comprobarse con facilidad, luego se reconoce que las personas, como así también uno mismo, no quieren sufrir y tienen todo derecho de lograr la felicidad. Esta es la base para comenzar a propagar compasión.
Te acerco algunas indicaciones para tu práctica diaria:
Comienza por observar a una persona que está angustiada, a alguien que esta pasando por una situación dolorosa. En los tres primeros minutos de la meditación, reflexiona acerca del sufrimiento de esa persona, piensa en su agudo dolor, luego trata de asociarlo con vos mismo, pensando:
-Esta persona tiene igual capacidad que yo para sentir dolor, alegría, felicidad y sufrimiento.
Luego trata de que florezca en tu ser un sentimiento natural de compasión hacia esa persona.
Trata de llegar a una conclusión, medita en lo fuerte que es tu deseo de que esa persona se sienta libre de dolor y toma la decisión de ayudarla para que sea sienta aliviada.
Concéntrate después en esa resolución y en los últimos minutos de la meditación, trata de difundir un estado de compasión y de amor en tu mente. Y propágalo hacia todos los seres de la creación.
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