Cruzar los dedos, significado, un gesto que se hacemos de forma habitual si queremos que algo salga bien, para atraer buena suerte. Este gesto tiene miles de años.
Las supersticiones y los mitos acompañan la historia de la humanidad. El hombre siempre ha buscado respuestas, en su entorno. Los fenómenos naturales como el rayo, los eclipses, el viento, la luz del sol, llamaban la atención de los primeros humanos. Se fueron forjando dioses que se relacionaban con la naturaleza, El Sol, la Luna, los animales. Para nuestros antepasados habían espíritus buenos y espíritus negativos.
Los arqueólogos sitúan las primeras supersticiones ya en la época del hombre de Neanderthal, hace 230.000 años. Comenzaban a enterrar a los muertos como un rito en lugar abandonarlos junto a ellos enterraban objetos o comida, armas de fuego, esto sugiere a los arqueólogos era la base de la creencia en otra vida, por eso dejaban objetos junto a los difuntos para que les fueran útiles en la otra vida.
Cruzar los dedos
Desde los primeros cristianos, el simbolismo asociado a esta superstición indica que cruzar los dedos representa una cruz que conjura a mala suerte y cómo signo de protección.
En los inicios del cristianismo se creía que escondiendo el dedo pulgar bajo los otros dedos, se alejaban los fantasmas y malos espíritus, o tal vez este signo de cruzar los dedos representaba la forma del pez un signo que usaban los primeros cristianos. El gesto de cruzar los dedos podría ser una forma de reconocerse entre sí.
Cruzar los dedos es una señal de buen augurio en todo el mundo, aunque no es tan común en la cultura musulmana o la budista, de ahí que se asocia esta superstición con la religión cristiana.
Sin embargo otros estudioso de la antropología de mitos y supersticiones creen que aunque parece evidente el simbolismo de la cruz al cruzar los dedos, su origen es más antiguo. Una costumbre pagana que se basaba en que el símbolo de la cruz era un signo de unidad perfecta, en su intersección era un buen lugar para la morada de espíritus benéficos, en la Europa precristiana este signo era popular en diversas culturas.
Cruzar los dedos también significaba una forma de desear suerte a otra persona. De ahí que surgieran las frases “cruza los dedos para darme suerte”.
Hoy millones de personas en todo el mundo siguen haciendo el gesto sin pensar, se ha convertido en un signo de suerte, casi en un lenguaje universal. Quizás porque el hecho de cruzar los dedos ansiando la buena suerte nos haga sentir más seguros en espera de que suceda lo que deseamos.
Fuente
www.seiyaku.com/