La liberación es encontrarse uno consigo mismo.
Existen tres barreras que nos separan de la liberación de nuestro ser:
EL MIEDO. EL AUTO-ENGAÑO. CLAUDICAR.
Cruzar estas tres barreras supone la libertad de nuestra esencia. Significa abrazar nuestra alma, entrar en contacto con nuestra parte divina.
El miedo nos frena para abrirnos a nuevas experiencias y descubrir nuestro potencial.
El auto-engaño se produce cuando la mente inferior nos domina no dejándonos ver la Realidad del mundo que nos rodea ni de nosotros mismos. O nos hunde en el auto-castigo y el victivismo o infla el Ego de vanidad y soberbia.
Claudicar es la actitud de negar a nuestra alma la libertad que necesita para elevarse y expandirse. Es resignarse antes de luchar por los propios derechos. Es rendirse antes de emprender cualquier acción que nos permita evolucionar a través de EXPERIMENTAR la vida, con todos sus riesgos y retos.
Si vivimos desde una Mente débil; poco clara y nada disciplinada, que no sabe pensar, ella nos mantendrá en el conflicto y la inseguridad. Una mente desarrollada sabe cómo expandir su Conciencia y sabe cómo trascender la Mente para situarse en la Realidad, sintiéndose parte del Todo… y eso produce una paz interior estable.
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