Qué mundo éste de prisas, urgencias o inmediatez...Nos hace olvidar que algunas cosas van a su ritmo y no al nuestro.
Rechazamos la espera, considerándola fastidiosa e indeseable. Sentimos la ansiedad de estar perdiéndonos el momento futuro, cuando el que de veras perdemos es éste.
Eso es la
impaciencia y, vista así, parece una actitud poco sabia, teniendo en cuenta que buena parte de la vida la pasamos "esperando".
Esperamos que llegue el fin de semana, las vacaciones, el cobro del salario, que nos atiendan en una farmacia, que se descargue un archivo, que pase el atasco de tráfico de una vez, que la comida esté lista, etc, etc.
Tú eliges la impacienciaLa impaciencia hace que estemos en contra del tiempo de espera, en lugar de utilizarlo a favor.
Porque hay momentos en la vida que no se eligen, pero lo que sí se elige es la actitud con la que hacerles frente. Y la impaciencia no es más que eso:
una actitud elegida.Cambio de actitudCambiar la impaciencia por paciencia requiere afrontar la situación de manera distinta. Por ejemplo:
- Asumiendo, como hemos dicho, las cosas van a su ritmo.
- Que las personas también van a su ritmo, en caso de que nuestra espera
dependa de ellas.
- Que nuestras emociones se pueden controlar. ¿Para qué estar nervioso,
crispado y pasando un mal rato, cuando se puede estar tranquilo?
Quizás pienses que en esos momentos de impaciencia son los nervios los que tienen el control, y no tú, pero no tiene porqué ser así (salvo en casos especiales).
Si en las esperas te pueden los nervios, siempre puedes entrenar la paciencia para que cuando lleguen esos momentos estés más preparado para controlarte y aprovechar el tiempo.
Ideas para entrenar la paciencia-
Acostúmbrate a no hacer nada. Puedes dedicar un pequeñísimo lapso de tiempo diario o semanal a no hacer nada ( ni pensar, ni rascarte, ni ver la televisión...). Lo que se dice NADA, salvo respirar muy, muy tranquilamente.
Aguantar 5 minutos sin hacer nada no es tan sencillo si no estás acostumbrado, ¿eh?
-
Saborea los momentos de calma.Eso te ayudará a evocarlos cuando estés más tenso.
-
intentar pensar antes de hablar.Tómate tiempo en las conversaciones.
A lo que sigue:
Hazte experto en escuchar.-
Relaciónate con gente tranquila.Los nervios son contagiosos, pero la paz, también (menos mal).
-Si la gente que te rodea es un manojo de nervios,
adopta una mascota muy tranquilona. De los animales se aprende muchísimo, en serio.
- Cambia los viedeojuegos ruidosos y acelerados por
juegos que tengan que ver con la paciencia.Bien en compañía , como el ajedrez, bien a solas, como el propio solitario o las sopas de letras.
- Aplaza unas horas esa
recompensa que quieres que sea inmediata. Un helado por ejemplo.
Todos estos tips cotidianos los puedes ampliar haciendo uso de tu creatividad y sentido común.
[color=violet][Recomendaciones más generales para desarrollar la paciencia/color]
Decíamos que la paciencia es esa actitud de mantener la calma en tanto esperamos o soportamos una situación poco agradable.
Es una cualidad que no sólo está en vinculada al logro de objetivos. La paciencia también es necesaria para nuestras relaciones y para que el estrés no haga estragos en nuestra salud.
Además, la paciencia nos ayuda a valorar aquello que conseguimos tras la espera o la lucha y sirve para que también valoremos el esfuerzo que hacen otros.
De acuerdo. Preferimos que las cosas sean sencillas, pero no siempre lo son.
Quedémonos con que un poquito de adversidad nos hace más fuertes, más sabios, más comprensivos con nosotros mismos y con los demás.
A continuación algunas consignas para desarrollar la paciencia.
[color=red][No se puede controlar todo/color]
Tú eres responsable de tu propio comportamiento. No te puedes sentir frustrado por culpa del clima, de fenómenos fortuitos o por el comportamiento de otras personas.
Haz tu parte lo mejor que puedas, que con eso hay.
Si te equivocas o algo falta, acéptalo, eres humano. Aprende lo que puedas de la situación y ¡adelante!
[color=red][Ve más despacio/color]
No te satures ni te exijas sin medida. Lo primero es tu salud.
Si luchas por un objetivo, divídelo en pequeños logros y traza un plan. ¿Qué el plan no funciona? Redíseñalo, pero no vivas cada día con agobio. ¿Acaso sirve de algo?
[color=red][Céntrate en el momento presente/color]
Vive el paso que estás dando ahora. Acepta el momento tal cual es.
Olvídate de especular, torturándote con preguntas como "¿Y si...esto? ¿Y si ... aquello?"
[color=red][No te alteres por tonterias/color]
Hay situaciones en las que no vale la pena perder los nervios.
Que alguien te tenga una mala palabra, que se te cuelen en el autobús, que una paloma haya depositado su excremento en u traje o que estés en medio de un atasco de tráfico...
Son ejemplos de nimiedades que pueden sacar de quicio a más de uno: pequeños sucesos no agradables por los que enfadarse equivale a gastar preciadas energías.
[color=red][Pon más humor en tu vida/color]
El humor ayuda a contemplar la situación desde otro punto de vista, que es, precisamente lo que necesitamos. En este caso, un punto de visata cómico, quizás disparatado, pero muy saludable.
A ver...No es para que le entre la risa floja cuando alguien le haga una trastada, por ejemplo.
De lo que se trata es de quitarle importancia y verlo de otro modo, para que después puedas hacer con calma lo que esté en tu mano.
Es una mejor opción que dejarse llevar por el disgusto y terminar hecho polvo, ¿no te parece?
Todo lo anterior es cuestión de práctica y cada día nos brinda ocasiones para ejercitar. Ahí queda, por si te apetece probarlo.
http://www.tusbuenosmomentos.com