Paz. Quieres paz. Pero ves que la vida se mueve vertiginosamente y te arrastra a la prisa, al drama, a la ansiedad. ¿
Cómo vas a experimentar esa calma que anhelas?
No estás solo. Muchos de nosotros tenemos ese mismo deseo y a diario nos preguntamos cómo desacelerar y tranquilizarnos en un mundo que nos insta a ir corriendo y que nos crispa los nervios.
La respuesta está en lo que hacemos cada día. Si tú también has decidido que quieres más paz y menos tensiones, puedes
hacerle cambios a tu rutina diaria y quizás te parezcan oportunas ideas como éstas.
1. Levántate con tiempo
Es contraproducente quedarte en la cama hasta el último minuto y dar el acelerón cuando se te hace tarde. Ya habrás visto que,
cuando te levantas con tiempo, empiezas el día más tranquilo.
La noche de antes, prepara lo que puedas para facilitarte la mañana. Y trata de no apurar el tiempo que estás en la cama.
2. Escucha a tu cuerpo
Atiende sus necesidades básicas y observa lo que hace. En lo más básico es donde muchas veces está la solución al problema.
Ejemplos:
- Piensas que tu problema son las distracciones, cuando el problema es que no duermes lo que necesitas.
- Piensas que tu trabajo consume todas tus energías, cuando llevas tiempo sin alimentarte en condiciones.
- Piensas que el problema es que no puedes parar de comer, cuando el punto es que no has encontrado el modo de canalizar el estrés.
3. Acude a tu inventario de ideas para canalizar el estrés
Observa cómo te las arreglas a diario para dar salida al exceso de estrés. Y, si acudes a hábitos o comportamientos poco saludables,
busca otras alternativas:
yoga, música, meditación, un hobby, etc.
4. Evita tomarte de manera personal lo que no va contigo
Lo que dice o hace la gente no siempre tiene que ver contigo.
Tu pareja, tu amigo o un compañero pueden darte una mala contestación sin que eso signifique que ya no te aprecien. Quizás estén pasando un mal día… o una mala década.
A ellos también les cuesta manejar sus emociones.
Dale espacio a la gente y no te tomes todo lo que digan de manera personal.
5. Aprecia lo bueno del día
Equilibra. Hay problemas y disgustos, pero también hay suficientes cosas por las que vale la pena sonreír en este día.
Que lo menos bonito no te impida ver y apreciar lo positivo.
Tómate unos instantes para hacer recuento. Empieza hoy, si no lo has hecho, porque esto también le da paz al espíritu.
6. No te satures de responsabilidades
Elige lo más importante del día y ponte con ello. Eso sí, procura que tu lista de tareas no te obligue a ir a toda mecha y haciendo
tropecientas cosas a la vez.
Quita lo que puedas quitar de la lista. Y cumple con tus tareas secuencialmente:
Cuando termines con una, pasas a la otra.
7. Busca un poco de tranquilidad
¿Cómo encuentras un poco de paz con el bombardeo continuo de estímulos?
A diario te las ves con: desorden, tráfico, murmullos incesantes, interrupciones telefónicas, información que llega por los cuatro costados, etc.
Considera eliminar lo que no necesitas. Por ejemplo, interacciones con gente que sólo aporta ruido a tu vida o unas cuantas horas de televisión.
Y busca un espacio para descansar, para desconectar un rato de tanto estímulo: ¿Un paseo por el parque? ¿Una horita de pintura? Tú veras cuál es
tu refugio favorito.
En definitiva, puedes destronar al estrés y hacer que reine la paz en tu día, beneficiando a tu salud con ello. Está en tu mano hacerlo.
http://tusbuenosmomentos.com/2015/03/ideas-tomarse-dia-calma/