1. Elegimos un lugar calmo donde nos podamos sentir cómodos y seguros
2. Nos sentamos con la columna vertebral bien derecha y en una postura relajada, con los ojos cerrados inspiramos paz y expiramos nuestro estrés. Lo dejamos ir con tranquilidad y volvemos a inspirar paz… y expiramos nuestro estrés…repetimos una vez más…inspiro paz, expiro estrés… El estrés se va en forma armoniosa… lo sueltas y vuelves a inspirar paz. Cada vez sientes más paz.
3. Mientras continúas con tu respiración relajada y continua, empiezas a aflojar tu cuerpo. Tus pies se aflojan. Tus piernas y rodillas se aflojan. Sientes un gran alivio en tus caderas. Tu pelvis y coxis se distienden. Te sientes cada vez más liviano mientras inspiras paz y expiras estrés. Tus dedos se relajan, tus manos se relajan,… tu cuello se relaja. Tus labios, la lengua y tu mandíbula se aflojan. Tus ojos, tu cabeza, se aflojan…te sientes cada más liviano… muy liviano…
4. Estás calmo y en paz.
5. Ahora imagina un gran rayo de luz blanca, brillante, sublime y majestuosa que entra por tu cabeza y recorre todo tu cuerpo. Cada célula de tu cuerpo se ilumina con esta luz poderosa y perfecta que irradia amor, paz, armonía, y balance. Toda esta energía pura te pertenece. Esta luz acogedora te pertenece. Eres parte de todo ese esplendor.
6. Ahora acompañado por tu luz blanca, resplandeciente y poderosa que se expande a tu alrededor darás un salto en el espacio y entrarás a otra dimensión. Te sientes siempre confiado que todo está bien en tu mundo. Disfruta de este recorrido.
7. Te encuentras en un lugar bellísimo y maravilloso. Mirando hacia un costado encontrarás una cascada de luz verde radiante. Esta luz es de una vibración pura y perfecta. Puedes sentir su pureza y perfección.
8. Entras a esa magnífica cascada y piensas en tus emociones negativas: tus miedos, tus frustraciones, tu soledad, tus inseguridades… y te despojas de cada una de ellas como capas de ropa vieja, sucia y pesada que decides no usar más. Te despojas de cada una de esas prendas/ropajes debajo de esa lluvia luminosa sintiéndote cada vez mejor: más liviano, más fuerte, más entero, con más amor… si sientes ganas de llorar lo haces con la libertad y alegría de poder estar en contacto con tus emociones… te despojas con tranquilidad del dolor y todo lo que sabes no te sirve. Tus emociones negativas se disuelven rápidamente en este baño sanador. Elijes deshacerte de ellas. Tienes el poder y la capacidad de hacerlo y ser feliz. Cuando sientas que has terminado de quitarte el peso de tus emociones negativas dejarás la cascada del desahogo. Te sientes libre y liviano. Continúas tu viaje en esta nueva dimensión.
9. Mira ahora hacia adelante. Una pirámide de cristal pequeña brilla a lo lejos. Camina hacia ella. Con cada paso que das esta deslumbrante pirámide se agranda dando paso a una entrada imponente. Entras a esta esplendida pirámide. Todo brilla, es bello y puedes sentir paz infinita. Te encuentras parado frente a un deslumbrante arco iris de cristal cuyas luces irradian colores intensos y de una luz increíble. Luz rosa, amarilla, azul, dorada, violeta… todos los colores posibles se encuentran en esta pirámide única y poderosa. Reina la calma. Puedes sentir la energía del amor mezclada con una gran serenidad. Tu corazón se abre. Te sientes feliz.
10. Piensa en la emoción que deseas trabajar. ¿Confianza? ¿Amor? ¿Balance? ¿Coraje? Permítete conectarte con tu emoción e intuitivamente acércate a la cascada que sientes es la correcta. Date un baño de luz que levante el nivel de tus vibraciones. Es un baño purificador. Cada nuevo baño que ahora te des será para levantar la vibración de tus emociones. Estás recuperando tu energía…te sientes contento, seguro, amado, en balance y armonía.
Date cuantos baños de energía desees. Siente tu vibración mejorada y amplificada. La cascada de luz cae como una lluvia sobre tu cuerpo estimulando tus emociones. Puedes saltar en la cascada, bailar o simplemente quedarte quieto recibiendo toda esa energía de amor que te envuelve con su luz potente y sanadora. Disfruta este momento.
11. Cuando intuyas que estés listo para regresar hazlo con el regocijo de haber encontrado el lugar donde elevar tu nivel vibratorio y al que puedes regresar tantas veces quieras. Todo está bien en tu mundo interior.
12. Ahora retorna a tu habitación con la dicha de haber hecho algo beneficioso para ti. Quédate unos minutos relajado y cuando lo sientas cómodo abre tus ojos. Siente tu energía renovada fluyendo en tu cuerpo y llenando el espacio que habitas.
Variación de este ejercicio: cuando estés dándote tus baños para energizar tus emociones puedes también visualizarte en situaciones imaginarias donde practicas esa misma emoción que estás trabajando.
Silvia Patrono