Suena muy fácil manifestar una realidad que queremos. Existen actualmente miles de libros, páginas y entrenadores o maestros que nos dicen por dónde está el camino: visualizar, creer, hacer, etc. Sin embargo, y a pesar de practicar al pie de la letra lo que nos recomiendan no siempre logramos llegar a donde queremos. ¿Qué es lo que pasa entonces?
A mí me parece que son varias cosas:
1. No sabemos lo que queremos.
Suena extraño, pero con frecuencia así es.
Actualmente estamos tan llenos de estímulos tan atractivos que pueden llegar a confundirnos. La televisión, la misma sociedad "nos llenan la cabeza" de falsos deseos y corremos el riesgo de perdernos.
Trabaja en determinar tus metas, tus intereses, tu misión y visión de vida y eso te llevará a tener mucha más claridad sobre lo que verdaderamente quieres.
2. No deseamos de corazón lo que estamos pidiendo.
Este obstáculo está directamente relacionado con el primero. Solamente aquello que queremos de corazón, aquello que está directamente en congruencia con nuestros más preciados valores, principios y creencias nos motivará a seguir adelante.
Una vez que hayas descubierto tus más íntimos sueños, dales fuerza haciendo visualizaciones y practicándolas todos los días.
3. No asumir responsabilidad y no adquirir compromiso hacia lo que queremos.
Balancear la práctica de la atracción y la acción es indispensable para acelerar el proceso de manifestación.
Al responsabilizarnos por hacer lo que esté en nuestras manos para lograr lo que soñamos y comprometernos con estrategias a corto, mediano y largo plazo, estarán enviando mensajes permanentes al universo sobre nuestros interés y nuestra congruencia.
En tu plan de vida, no olvides incluir las estrategias.
4. No ser capaces de cambiar nuestras creencias.
Aunque una de las técnicas más sencillas para cambiar creencias, las afirmaciones o decretos, es muy efectiva par la mayoría de la gente, no siempre es así.
Si es tu caso, pon atención en la intensidad con la que pides lo que deseas. "Siente" tu nueva realidad visualizándola y utilizando la mayor cantidad de detalles que te sea posible para emocionarte.
El otro punto al que puedes poner más atención es la frecuencia con que trabajas con tus afirmaciones. Cuando éstas son lo suficientemente emotivas, no hace falta repertirlas constantemente, pero mientras esto no suceda, habrá que practicarlas constantemente para que verdaderamente nos ayuden a re-programar nuestra mente.
5. Desperdiciar nuestro tiempo en las cosas que no queremos.
Aunque este punto está relacionado con varios de los ya mencionados, vale la pena deternernos un poco, sobretodo para mencionar un par de herramientas más que podrías practicar:
* Mejorar nuestra capacidad de estar alertas, de estar concientes en lo que está pasando alrededor de nosotros a través de la práctica de la atención plena.
* Poner recordatorios de lo que quieres en lugares estratégicos de tu casa, de tu trabajo y de los lugares que frecuentes. Estos recordatorios pueden ser simples notas (con papel autoadherible), imanes en tu refrigerador, fotografías u otras imágenes en un "collage", etc. Usa tu imaginación.
Aprender a mantenernos enfocados en lo que queremos, nos ayudará a permanecer en el camino.
6. No saber qué hacer con la resistencia.
Para ejemplificar este punto, por favor imagina una liga de hule. Si la estiras, un poco, ésta regresará a su forma original, pero si esto lo haces repetitivamente o con mucha fuerza, llegará el momento en que la liga ya no pueda regresar a su forma original. Hemos vencido su resistencia.
Así somos los seres humanos. Tendemos a regresar una y otra vez a un punto en el que nos encontrábamos originalmente o al punto en el que nos acostumbramos a estar. Mientras no insistamos y lo hagamos con fuerza y convicción, estaremos regresando una y otra vez al punto donde iniciamos.
Darnos cuenta de nuestra propia resistencia, aceptarla y liberar los miedos que nos mantienen en donde no queremos estar, es una buena alternativa para hacerlo.
Para comenzar a determinar qué es exactamente lo que queremos, vale la pena revisar qué es lo que verdadermente nos importa en la vida:
¿Cuáles son nuestros valores? No solamente aquellos que nos parece que deberíamos de vivir, sino aquellos que vivimos y que nos hacen sentir bien, ya que esta es una muestra de congruencia con lo que hay "dentro de nosotros".
¿Cómo me siento respecto a las áreas que todos los seres humanos compartimos?:
a. Física. ¿Estoy feliz con mi cuerpo? ¿estoy satisfecho con su salud? ¿estaría dispuesto a responsabilizarme de él para sentirme mejor? ¿cuáles son mis creencias respecto al área física? Checa la congruencia a través de tus emociones mientras contestas estas preguntas.
b. Mental: ¿cuál es la calidad de mis pensamientos? ¿estoy conciente de que éllos están creando mi realidad? ¿estaría dispuesto a hacer algo para cambiarlos para bien mío y de todo lo que me rodea? Checa la congruencia a través de tus emociones mientras contestas estas preguntas.
c. Socio-Emocional: ¿cómo me siento? ¿qué hago para disminuir mi nivel de estrés? ¿cómo afectan mis emociones a mi cuerpo y al resto de mi vida? ¿realmente me importa estar mejor? ¿estoy satisfecha con mis relaciones con otras personas? ¿qué hago para mejorarlas? ¿estoy dispuesto a hacer algo para mejorarlas? Checa la congruencia a través de tus emociones mientras contestas estas preguntas.
d. Espiritual: ¿estoy satisfecho con mi vida espiritual? ¿vivo en congruencia con lo que predico? Checa la congruencia a través de tus emociones mientras contestas estas preguntas.
¿Cuáles son mis aficiones? ¿a qué le dedico tiempo de calidad en mi vida?
¿Tengo metas? ¿me he comprometido con ellas? ¿a qué estoy dispuesto con tal de lograrlas?
Estas pregunas pueden servirte como una guía confiable para determinar lo que realmente quieres en la vida, lo que te hace feliz.
http://sanatuvida.blogspot.com.ar/2009/10/por-que-no-logramos-lo-que-queremos.html