En cada situación de la vida encontramos
una facilidad, una dificultad y, sobre todo,
un aprendizaje. Igualmente podríamos hablar
de ‹lo que nos gusta›; de ‹lo que no nos gusta›
y, en cualquier caso, de la experiencia.
En el terreno iniciático, lo significativo es
el aprendizaje por la experiencia, puesto que
es lo que nos permite desarrollar la conciencia.
Así que, más allá de los gustos y las aversiones,
los deseos y las frustraciones,
lo importante es ir encontrando el centro o
el diamante que se pule en nuestro interior.
Antonio Iborra