Se dice que la cara es el espejo del alma , pero no sólo es la cara, es nuestro cuerpo entero. Los gestos , la mirada...pueden delatar como nos encontramos. Si estamos nerviosos, si estamos cansados, enfadados...nuestro estado en general lo refleja nuestro cuerpo. Pero ni siquiera sabemos que lo reflejamos, o mejor dicho, ni siquiera nos paramos a pensar por qué nos sentimos de una u otra manera, y eso no es bueno, porque si no conoces tu cuerpo no sabrás que remedio darle cuando lo necesite , ni controlar tampoco determinadas emociones, como la ira. Todo lo que sentimos lo esteriorizamos de una u otra forma. Empezamos a sentirnos mal físicamente y tomamos remedio para eso, tomamos pastillas y aunque parezca que estamos aliviados es solo superficial. Cuando nos sentimos mejor entonces, sabemos que estamos mal por un problema de pareja, de amigos o de trabajo.
Emociones, pensamientos, sensaciones...todo fluye por nuestro organismo y ante una emoción el primero que reacciona es nuestro organismo. Cuerpo y mente forman una unidad . Estar atentos a las señales del cuerpo nos permitirá actuar en función de sus necesidades y tratarlo con cariño , nos dará permiso para entrar.
Los expertos nos invitan a buscar la paz interior , a parar de vez en cuando. Vivimos con mucha prisa y eso lo vemos normal. Una persona que sabe escucharse tendrá una sensación de control, sabiendo para cuando lo requiera y esforzarse cunado esté preparado, conociendo asi nuestras limitaciones.