Vamos a exponer algunas frases que utilizan los manipuladores para mantenernos bajo su control. Son frases típicamente proyectadas sobre el pasado, las cuales con frecuencia se emplean para lograr que las personas se conviertan en estupendas víctimas.
Deberías haber hecho, deberías haber dicho. En estos casos su reacción debe consistir en abstenerse de intervenir en este ritual y concentrarse en lo que es racional y se puede hacer en el presente. Cuando alguien le diga: Lo que debiste hacer o Lo que debiste decir es tal cosa, apresúrese a responderle: ¿Me propones acaso que intente retroceder el tiempo para hacer lo que debía haber hecho?, o ¿Podemos hablar de lo que verdaderamente puede hacerse en el momento presente? Ninguno de nosotros tiene que caer en la trampa del debiste o deberías, porque no podemos regresar al pasado. Esta es un arma muy efectiva que utilizan los manipuladores. La frase correcta que debieron emplear habría sido: ¿Qué ha aprendido al hacerlo así?
¿Por qué lo hiciste así? Pedirle que explique o justifique detalladamente su comportamiento pasado, puede evitar de manera efectiva que el centro del debate se traslade al presente. Cualquier respuesta que usted formule encontrará desaprobación. Ande con mucho cuidado, el término mágico "por qué puede mantenerle en perpetua retirada. Y usted no tiene que estar siempre dando explicaciones de por qué ha hecho las cosas de la forma que las hizo. Las hizo así porque esa fue su propia determinación y ya está.
Si me hubieses consultado primero. Puede ser verdad que si hubiera consultado primero a esa persona las cosas habrían salido mejor, pero también puede ser falso, porque tal vez la persona en cuestión no le diría lo que le dice ahora. Es posible que solo esté aprovechando una gratuita oportunidad de dárselas de buena a costa de usted y además ya es demasiado tarde para consultarle. De modo que si trata de ayudarle con esa frase lo único que logra es tratar de hacerle sentir culpable por haber actuado sin consultarle. En estos casos la frase positiva hubiera sido: Tal vez sería mejor que en el futuro me consultases primero.
Siempre lo hemos hecho así. Esta hábil estratagema implica que siempre que se aparte de la conducta aceptada deberá sentirse mal y admitir que no solo ha violado los derechos de alguna persona, sino también los de usted mismo. Las cosas para algunos deben hacerse como siempre se han hecho. ¿Por qué razón tenemos que ser uno del montón? Los del montón se conforman, las personas que se arriesgan defienden su individualidad. En su lugar, esta persona debió haber dicho: Usted ahora lo ha hecho distinto y me cuesta trabajo aceptarlo.
Si usted dijo esto antes, si opinaba así, ¿por qué no lo sostiene ahora? Esta es la lógica de lo perenne y a los fines de esa persona, tratará continuamente de que mantenga lo que dijo alguna vez, aunque usted haya cambiado de opinión y haya evolucionado, aunque la situación sea diferente. Nosotros cambiamos, evolucionamos con el tiempo y no nos mantenemos pensando siempre de la misma manera. Lo que pensábamos antes que convenía, ya no conviene. Aún las teorías científicas se van cambiando a través del tiempo. Cuando hemos probado algo y no ha dado resultado, tenemos todo el derecho del mundo a cambiar de opinión. Por lo tanto, no caiga en la trampa de esa manipulación, porque usted no está dispuesto a garantizar todas aquellas cosas que en un momento dijo o pensó. Las opiniones, la forma de pensar, incluso la forma de ser, puede cambiar, porque en este mundo no hay nada perenne. Esta persona debió haber dicho algo diferente: Me indujo a creer otra cosa y ello me resulta difícil de aceptar.