Se usa la planta entera (hojas).
En su composición existen mucílagos, pectinas, taninos y un glucósido cromogénico del que se hablará despues.
Varias acciones de esta planta son importantes, entre ellas la acción antiinflamatoria, astringente, antitusíva, emoliente y cicatrizante.
Se ha comprobado que tiene una acción antihistamínica, antipruriginosa y antialérgica.
Debido a estas acciones puede ser útil tanto en uso externo para heridas, picaduras de insectos, alergias, herpes, afecciones de los ojos, etc., como en uso interno para afecciones de boca, garganta, sistema digestivo (gastritias, ulceras gastroduodenales, diarreas), tos, bronquitis, asma. Se empleó y se emplea en hemorragias, hemorroides, diarreas, dolores gastrointestinales.
Respecto al glucósido que posee, se trata de un iridoide llamado aucubósido o catalpol. Este principio por hidrólisis produce un dialdehído que actúa sobre las proteínas de los microorganismos, teniendo por tanto propiedades antibacterianas.
Se ha indicado en repetidas ocasiones su utilidad para conseguir la deshabituación al tabaco.
El Plantago major posee además en su composición ácidos-fenoles (ferulico, p-coumarino, etc.) y una lactona (la loliolida) o digiprolactona, flavonoides, colina y un alcaloide (noscapida) que además de las propiedades del P. lanceolata se le añaden una acción espasmolítica e hipocolesterolemiante.
Las semillas del género Plantago se utilizan en el tratamiento del estreñimiento crónico, como laxantes mecánicos, debido a su rico contenido en micílagos, que por hidrólisis dan d-xilosa, 1-arabinosa y ac. aldobiurónico. Contienen también aceite, aucubin-glucósido, azucares, esteroles y proteínas.