“El momento de intervalo en que se deja de pensar es una ocasión tan especial como la vida misma”
La mente humana es un órgano del cuerpo, así como lo son los riñones, el estómago, o los pulmones.
Uno no se identifica en su totalidad como un riñón, sin embargo, muchas veces uno sí confunde su ser con su pensar. Inversamente, como no se rechaza el estómago, tampoco rechazamos la mente.
Es una parte más del cuerpo y no sé sino es la más maravillosa; lo que hacemos es re-conocer cuál es su lugar, su función, su estructura y su mecanismo, de manera tal que podamos utilizarla cada vez que sea necesaria a favor de nuestra paz.
Tiene tantas capacidades, desde la más simple como intérprete hasta la más compleja como la síntesis. Por ejemplo, ahora estamos utilizándola, uno para leer, interpretar y sintetizar, y otro para interpretar, escribir y sintetizar. Y sin embargo, llegas a este Aquí por algo que va más allá que practicar lectura: Tú. Y a su vez, sabemos que, sin utilizarla este momento sería inexistente en su propio tiempo y su forma.
Hasta aquí, nos hemos servido de ella, sin identificarnos con materia pensante. Por ejemplo: en este momento estoy haciendo una síntesis expresada en letras escritas de toda mi existencia, o lo que alcanzo hoy a com-prender de ella, y llego a ti Ahora y de esta forma. Tampoco te he visto ni estuve contigo en tus momentos vividos y sin embargo te escribo. Ahora, tú, eres parte de este, mi mundo y cuido y reviso y re-escribo cada parte de esto para alcanzar la mayor claridad desde lo que me mueve a hacer esto hasta lo que llega a ti. Y nunca nos hemos visto.
Nos estamos sirviendo de la mente y sus capacidades para abordar algo que está más allá de ella y la abarca. Por ejemplo: Mientras el sol se va yendo a alumbrar a otros, con el cuaderno en mano, recibo este atardecer de Julio, y a ti, que estarás por algún lugar, y en este momento estás justo Aquí. ¿Lo ves? Y en este Aquí que estás leyendo estaré haciendo algo por algún lugar. Utilizamos la mente que percibe materia –en este caso llamada curso- para algo que la trasciende y podemos darnos cuenta que sin ella –la mente-, este hecho tuyo, perteneciente a este día y propio siendo parte de este, mi momento, sería vacío.
La mente es un instrumento del ser que habita el cuerpo y cada uno ha de descubrirla como tal. Por ejemplo: para que uno pueda servirse, disfrutar y agradecer una máquina de última tecnología precisa, primero adquirirla, conocerla, utilizarla y cuidarla…La mente ya la tenemos, queda el resto y sólo cada uno tiene el manual de instrucciones de su propia estructura mental, el poder de modificar los mecanismos elegidos para funcionar y la capacidad de direccionar el pensar, y el momento es Ahora. ¿Qué es lo que sucede en tus formas de relacionarte cuando te sientes animado? ¿Qué es lo que entregas a cada ser que cruzas? Entonces, cuando, por ejemplo, te encuentras con alguien que deja salir una agresión dirigiéndola a tu presencia ¿qué hace que uno la tome como personal?
“Si no es uno quien elige qué pensar ¿Quién lo hace por uno?”