Más allá de la incertidumbre cierro una etapa de mi vida al compás de la ilusión que se evapora lentamente como el agua que se desliza entre mis dedos cuando intento atraparla en una tormenta de verano. El tiempo ha pasado muy rápido en algunas ocasiones y muy lento en otras dependiendo quizá de mi estado de ánimo que ha permanecido firme en la consecución de un objetivo: ser feliz. Quizá fuese un propósito demasiado ambicioso pero lo cierto es que mi corazón y mi razón me guían con fuerza incluso en los momentos de máxima dificultad. Tengo fe en mi destino más allá de los obstáculos que se vayan presentando en el camino. Ahí reside la magia; en el misterio de la incertidumbre que se desvela majestuosa cada amanecer detrás del cristal de mi ventana que dibuja la sombra del mañana al compás de los latidos de mi esperanza.
Mensaje de la historia: es fundamental mantener una actitud vital optimista para ser feliz, de lo contrario, el alma humana se llena de miedos que en la mayoría de las ocasiones son irracionales. El poder de la mente es infinito por esta razón conviene practicar los recursos conocidos para restar poder a la negatividad que se refleja en la acción. El poder del pensamiento positivo refuerza la creatividad del ser humano.
La vida es mucho más que todo aquello que podamos decir de ella, sin embargo, la mejor forma de comprenderla es vivirla siempre con sinceridad, sencillez y respeto hacia uno mismo, hacia el mundo y hacia los demás.
Aprender a vivir supone un reto destinado a aquellos valientes que toman las riendas de su destino, porque asumen que más allá de las circunstancias externas existe algo que sólo le pertenece a cada uno: la actitud personal adoptada ante determinada situación. Esa decisión es intransferible, por tanto, el único responsable de la actitud que tomas ante cada hecho eres tú mismo que permites que te afecten las cosas de determinada manera. El sufrimiento constituye una realidad tan palpable como la alegría, sin embargo, el ser humano genera más sufrimiento del necesario con su propio pensamiento o con miedos irracionales que limitan su existencia, con desconfianza hacia el prójimo o con emociones como la envidia que le impiden disfrutar del bien ajeno y destruye lazos como la amistad.
En ocasiones, el hombre se da cuenta de la verdadera sabiduría vital al llegar a la vejez o a una edad avanzada. Quizá por esta razón, este texto pretende invitar al lector a tomar conciencia del verdadero tesoro que tiene en sus manos durante su juventud. El verdadero poder para ser feliz está dentro de ti.
Responde a la pregunta ¿quién eres? y ¿qué quieres hacer con tu vida? y llegarás muy lejos, ya que alcanzarás la autenticidad en tu existencia. Más allá de los obstáculos no te desanimes. Piensa que son retos que forman parte del aprendizaje y una vez superados llegarán a fortalecerte y te sentirás orgulloso de ti. Olvídate de la meta; disfruta de la travesía y del paisaje vital. Mucha suerte.