Fluir significa aceptar que en realidad no se puede nadar contra la corriente, asi que mejor dejarnos fluir y que la corriente nos lleve.
Cuando dejamos de nadar contra la corriente y nos permitimos fluir, algo cambia en nosotros.
La vida fluye constantemente llevando en su caudal la infinita benevolencia del Universo en su caudal.
Para relajarnos, aceptemos el curso natural de la vida, sin tratar de nadar contra la corriente.
Cuando la mente comienza a obsesionarse con una idea y no puede dejar de pensar en ello, el cuerpo comienza a hacerse cargo, entonces para salir no basta con relajar el cuerpo.
Para ello lo mejor es cambiar nuestra mente de canal y tener a mano algunos recursos que lo ayuden a salir del canal de la preocupación .
Puede ser algo con lo que tu sueñas o fantaseas : un recuerdo, un paisaje , una situación ideal.
Es un excelente método y si lo practicas, tu mente se acostumbrará a saltar sola, ante los primeros indicios de preocupación, a esas imágenes que tu tendrás como recursos