La expresión es algo muy importante para nuestra convivencia. Cotidianamente utilizamos formas de expresión que poco a poco van destruyendo nuestra convivencia.
Moralizamos: "tu obligación es..."
Juzgamos: "estás actuando como un..."
Imponemos: "tú has de..."
Insistimos: "no ves que..."
Diagnosticamos: "lo que tú has de hacer es..."
Amenazamos: "como no hagas esto..."
Hemos de tener especial cuidado en no utilizar un tipo de comunicación que pueda herir la susceptibilidad de la otra persona.
Cuando hayamos de censurar, critiquemos el hecho pero nunca a la persona. No conviene identificar a las personas con sus conductas. También con mucha frecuencia hacemos de una conducta concreta una forma de ser global. No se puede generalizar.
Cuidemos la ambigüedad semántica. Según como hablemos mejorarán las relaciones con los demás. Párate a pensar cuál es tu forma de comunicarte con los otros. En el hogar, en el trabajo o con los amigos.