LA LEY DE GANAR
Todos trabajamos para ganar dinero, y si queremos ganar dinero es para cubrir nuestras necesidades vitales. Nuestro trabajo genera un resultado: la remuneración a cambio de él. No siempre existe una relación justa entre el trabajo realizado y el beneficio obtenido. No se trata de trabajar muchas horas o de saber mucho.
El propósito de la vida es nuestra expansión interior. Cualquier actividad que realicemos que no esté orientada hacia esta expansión nos resultará frustrante.
El estado de Prosperidad, es un estado de conciencia. Serás lo rico que corresponda a tu conciencia de prosperidad, que no quiere decir que te conviertas en millonario, pero si que vivas como tal, mientras tu conciencia se va asentando y tomando bases y fundamento sólido en ti.
SER PRÓSPERO NO ES UNA SITUACIÓN EXTERIOR, SINO UN ESTADO DE CONCIENCIA Y SUS LÓGICAS CONSECUENCIAS.
Esta Ley en equilibrio consiste en disponer de una renta suficiente que nos evite preocuparnos por el dinero y nos permita hacer otras cosas importantes en la vida.
LA LEY DE GASTAR
Antes de gastar dinero y de hacer que se beneficien de él los demás, has de haberlo ganado. Nunca olvides que tu ascensión por el camino de la prosperidad depende de la prosperidad que siembres a tu alrededor.
Cuanto más hagas prosperar a los demás, más te harán prosperar a ti. Cuanto más generoso seas, más generosa contigo será la vida. GANAR DINERO CON FACILIDAD NO ES PECADO, siempre que no estemos robando.
Uno de los aspectos de esta ley es que los precios son arbitrarios, dependen siempre de un acuerdo entre las dos partes que negocian. El valor del dinero lo determina quien compra y quien vende, y no el producto en sí.
Es de suma importancia ganar el dinero felizmente, ya que de lo contrario, no desearas gastar más para no tener que ganar más.
Las cosas semejantes se atraen: Dinero llama a Dinero, Prosperidad llama a Prosperidad.