Dificultad para valorar al objeto en tiempo presente.
Otra característica del amor con ataduras o esclavizante además de la codicia, es que el sujeto enamorado se ubica en el tiempo futuro, para no enfrentarse al tiempo presente en su relación amorosa. Es decir, aunque el sujeto se da cuenta del maltrato físico y/ o psicológico que le da su objeto de amor, se ubica en el futuro con él. “Creando un futuro muy halagüeño, lleno de felicidad”, el amor endiosado le hace fantasear un bello futuro como una defensa para no enfrentar el presente amenazador de su felicidad actual.
Tan solo piensa en lo que le gustaria que fuese esa persona, llenándose de ilusiones que va a cambiar. “Yo sé que si él cambia todo va a ser felicidad” o peor aún “yo sé que si yo cambio como él me lo pide, él (ella) va a cambiar”.
Pero no piensa en lo que tiene en el presente: Esto es lo que tengo. No se hace a con -ciencia la siguiente pregunta: ¿Me gusta o no me gusta tal como es en éste momento? Y no lo hace porque teme llegar de corazón a la siguiente conclusión:
Así como es: no me gusta. Así como es nuestra relación soy infeliz, disfruto de algunas cosas con él, pero no soy feliz.
Parcialidad en la selección
Es importante seleccionar una pareja que te guste físicamente, por mencionar algo, pero cuando la selección es a través de la codicia, esa elección te va a llevar al fracaso amoroso. ¿Por qué razón? Porque la codicia te impide valorar otros rasgos que también tiene ese objeto de amor. La codicia no te deja ver, las otras características que son parte del objeto de amor que pueden ser buenos, o pueden ser malos para ti mismo o para los demás. Cuando seleccionas al objeto de amor en base a la codicia es donde más se cum- ple la frase: el amor es ciego. Frase a la cual yo modifico diciendo: el amor no es ciego, es el enamorado el que esta ciego, el amor en sí mismo, es amor.
Es decir al codiciar, parcializas tus percepciones y tu valoración de todo lo relacionado con tu objeto de amor ¿Y que haces con todo lo demás referente al objeto de amor? No te importa con tal de poseer eso que deseas. Algo te impulsa a poseer a esa persona. Te produce una gran ilusión, que te quita el sueño. No son celos, no es envidia: es codicia.
Psicológicamente hablando la selección por codicia puede tener sus partes positivas, que sería algo a descubrir (sobre todo en terapia) en cada sujeto que escogió o escoge su pareja de acuerdo a ésta emoción. Aunque al escoger de ésta manera a su pareja, le lleva después a una incapacidad de desprenderse del objeto y a permanecer encadenado a él, y algunas veces incluso, después de que el objeto ya dejó o abandonó al sujeto.
· La codicia te lleva a ser posesivo, quiero a esa mujer o a ese hombre
· La codicia te hace renunciar a tus rasgos de carácter, a tus logros, todo lo haces a un lado con tal de obtener a la mujer o al hombre que codicias.
· La codicia te provoca el apego a la pareja.
· La codicia te impide ver a tu objeto de amor en su totalidad.
· La codicia te provoca muchas fantasías e ilusiones en detrimento de la valoración de la realidad
· Terminasadorando al objeto de amor. En otras palabras “te endiosas” de tu objeto de amor, tu objeto de amor se ha vuelto tu dios terrenal. Malo el cuento.
Alguien afirmó lo siguiente: ¡Donde está tu tesoro esta tu corazón! Y yo le agrego: donde esta tu corazón está tu tesoro. Y pregunto: ¿ese tesoro lo conservas por amor, por celos, por envidia, o por codicia? ¿El tener ese tesoro te da tranquilidad?