Dicen algunos entendidos, que los seres humanos no somos conscientes de la fuerza que tiene esa energía que llamamos AMOR. Dicen que si seríamos conscientes del poder real del amor, le dedicaríamos más tiempo a sacar de nosotros esta energía usando para ello, fundamentalmente nuestros cuerpos mental y emocional.
Algún día la ciencia descubrirá un mecanismo para medir esta energía, la aprenderán a utilizar en bien de la humanidad, tal vez hasta la aprendan a almacenar y por ese camino, vaya usted a saber hasta donde llegaremos.
Un día seremos conscientes de que eso que tantas veces hemos escuchado de que el AMOR es la fuerza que mueve la tierra, es una gran verdad. A lo mejor ese día la ciencia decide no llamarle amor, sino ponerle un nombre más “serio” y más propio del ámbito científico, pero no será otra cosa que el amor de toda la vida.
Lo mejor es que todos podemos amar y todos amamos a nuestra manera. Los árboles aman, los animales lo hacen también, y los seres humanos también lo hacemos.
Hay personas que han descubierto que existe una relación directa entre el amor y el dolor. Cuando el amor nos invade y es armonioso y correspondido, nos hace sentir felices y luminosos. La energía que sale de nosotros es hermosa y fuerte.
Sin embargo, cuando el amor se rompe, nos hunde en un pozo negro que nos hace ser muy infelices. Tan doloroso e incómodo puede llegar a ser esta ruptura, que podríamos considerarlo como una verdadera catástrofe emocional.
Algunas personas han salido de estos pozos tan heridos, que se han prometido no volver a caer en la trampa del amor. De ese modo, han dejado de producir esta energía.
No sé si hacerlo nos salva de veras del dolor. Yo lo dudo. Pero en todo caso sí sé que no amar, nos convierte en seres fundidos, acabados, inoperantes, inservibles, porque el universo necesita de dicha energía para funcionar de manera positiva y sana.
http://josetadeotapaneszerquera1.blogspot.com/2009/02/la-energia-del-amor.html