Las palabras jamás pueden transmitir de un modo adecuado la importancia que tienen las actitudes en nuestra vida, relaciones y desempeño. La actitud con que asumes la vida cada día es la decisión más importante que puede tomar cada mañana al levantarte. Alguien dijo alguna vez que lo importante no es lo que nos sucede, sino como respondemos ante ello; es la actitud con que reaccionamos ante las circunstancias lo que marca la diferencia. Su actitud influencia sus acciones y éstas sus resultados. Derrota vs. victoria, optimismo vs. pesimismo, fracaso vs. éxito, paz vs. desesperanza, obstáculos vs. oportunidades, son un asunto de elección. La actitud es una postura ante la vida. Hay personas que
solo pueden pensar en lo negativo, sus mentes están llenas de pesimismo; mientras otras se focalizan en el lado esperanzador de la vida, en las oportunidades. Tener una actitud positiva y entusiastaimplica vivir con una expectación optimista de la vida; es esperar los mejores resultados; es ver posibilidades y beneficios en todas las cosas que nos acontecen.
La actitud positiva no se trata de simples frases, tipo cliché, a veces ingenuas, que usted se repite para convencerse de algo o para negar o distraerse de la realidad que está viviendo. Por más que usted se repita frases “alentadoras”: soy el mejor, todo lo puedo, etcétera, la situación no va a cambiar como por arte de magia. De hecho, la actitud positiva no va hacer desaparecer los obstáculos reales de su vida; pero una actitud positiva ya es parte de la respuesta de solución a los problemas. La actitud positiva no es algo mágico. Tener una correcta actitud positiva no hace desaparecer los problemas, pero si nos coloca en el mejor estado mental para enfrentar las dificultades y desafíos de la vida. Dice S Covey: “La actitud adecuada permite que nuestra respuesta este al nivel del desafío que nos toca enfrentar”.
La actitud positiva ayuda a su mente a pensar libremente, haciendo que las ideas y soluciones surjan a la superficie; por el contrario, una actitud negativa produce un entorpecimiento y sofoca la creatividad. Dice David Schwartz: “Cuando la mente no cree, atrae las razones para sustentar el fracaso. Por el contrario, la actitud de creer que se puede, genera la fuerza, destreza y la energía que necesitamos para hacernos salir airosos. Cuando creemos que podemos hacerlo, el cómo hacerlo surge”. Cuando nuestra actitud es negativa nos volvemos incrédulos y pesimistas, y socavamos la creencia en nosotros mismos, en Dios y en las personas.
No requiere esfuerzo alguno encontrar lo negativo. Dicen algunos estudiosos que el 75% de todos nuestros contactos con otras personas es una experiencia negativa. Pero desarrollar una actitud positiva exige un esfuerzo deliberado y continuo por ubicarnos en el lado esperanzador de la vida. La actitud positiva (amino, entusiasmo, esperanza) no es estática, es un proceso continuo y dinámico de orientación y focalización en el lado positivo de la vida. Desde este punto de vista la actitud positiva se convierte en un hábito: una forma de ser y estar en el mundo. La actitud positiva se aprende. En línea con esto dice el Dr. Martin Seligman: “El optimismo se aprende”. Usted puede desarrollar una actitud positiva.
La actitud positiva es un estado mental que solamente puede mantenerse haciendo un esfuerzo deliberado, con un enfoque intencional y consciente de concentrarnos en las cosas positivas. Requiere de un esfuerzo de adaptación y flexibilidad al entorno y circunstancias de vida, manteniendo un estado de contentamiento (alegría, optimismo), independientemente de las circunstancias (favorables o desfavorables).
Puntos clave:
1. La actitud es la postura con que elegimos enfrentar las circunstancias de la vida.
2. La actitud es la manera en que comunicamos nuestros sentimientos a los demás. La actitud es la disposición que usted transmite a los demás.
3. Las personas son el producto de su propia manera de pensar. Henry Ford acostumbraba decir: “Tanto si piensa que puede como si piensa que no puede, de cualquier modo está en lo correcto”.
4. Cultivar una actitud positiva requiere un esfuerzo deliberado y consistente. Nuestra actitud no es automáticamente buena por el solo hecho de que lo queramos. La actitud positiva es un estado mental que solamente puede mantenerse haciendo un esfuerzo intencional, consciente de concentrarnos en las cosas positivas.
5. Nuestros paradigmas son la fuente de nuestras actitudes, de manera que si quiere cambiar una actitud, debe comenzar por cambiar el paradigma que subyace detrás de ella.
6. ¡Tenga cuidado! La actitud es contagiosa, especialmente la actitud negativa.
7. No importa el tipo de circunstancia que nos toque vivir, siempre podremos elegir ser feliz. El vivir por encima de las cosas básicas es una elección. “La última de las libertades humanas es escoger la actitud de uno en cualquier clase de circunstancias” (Victor Frankl).
Para reflexionar:
- ¿Con qué actitud comienza usted cada día de su vida?
- ¿Cuál es su postura ante los problemas y adversidades que enfrenta cada día?
- ¿Cómo ve las situaciones y acontecimientos que ocurren en su vida, como oportunidades o como fracasos?
- ¿Cómo reacciona la gente a su alrededor ante su actitud? Cuando tenemos una actitud positiva la gente responde favorablemente. Cuando tenemos una actitud negativa la gente tiende a rehuirnos.
Bibliografía:
- Covey Stephen, Los 7 Hábitos de la Gente Altamente Efectiva.
- Swíndoll Charles R., Descubra sus Valores.