El Poder de Tus Creencias

Lo que las personas creen de si mismo tiene indudablemente un gran impacto sobre lo que ellos pueden lograr en sus vidas. Por muy extraño que parezca, lo cierto es que lo que sucede en la vida de muchas personas es solamente un reflejo de sus creencias o paradigmas.

Si creemos que vamos a tener éxito, entonces de cualquier forma lo lograremos. Lo mismo es, si creemos lo contrario: Si creemos que somos fracasados, no importa cuanto queramos tener éxito, ni cuantos títulos o grados universitarios tengamos ni mucho menos cuanto nos esforcemos, lo único que tendremos es fracaso. NOSOTROS TENEMOS EL PODER DE CREAR LA VIDA QUE QUEREMOS CON NUESTRAS CREENCIAS.

¿Cuál es la razón de esto? Algunas personas, con sentido místico, afirman que nuestras creencias o paradigmas envían una energía al universo y que luego el universo reacciona a esa energía y hace posible que logremos el resultado de nuestras creencias. Si la energía es positiva, entonces el universo nos trae cosas positivas. Pero si nuestras creencias son negativas se envía energía negativa y el universo trae lo negativo.

Otros, con mayor sentido, afirman que nosotros constantemente actuamos en directa relación con nuestras creencias. Por lo tanto, si creemos que podemos tener éxito, nosotros actuaremos de tal manera que lograremos triunfar a pesar de las dificultades que encontremos en el camino del éxito. Pero que si nosotros no creemos que podemos tener éxito entonces inconscientemente provocaremos aquello que a pesar de nuestros esfuerzos, nos sabotee toda posibilidad de lograrlo.

Por su parte, otros afirman que la razón por la cual nuestras creencias afectan nuestra realidad es porque Dios ha puesto poder creativo en el hombre para, a su vez, poder crear nuestro destino y que por eso nuestras creencias ejercen un papel tan importante en lograr nuestro éxito.

Personalmente, creo más en la segunda o tercera explicación. Pero la explicación más científica la tenemos en la segunda posibilidad. Nuestras creencias determinan nuestras acciones. Matemáticamente la formula sería: paradigmas o creencias + acciones = nuestros resultados

Lo primero que tienes que hacer es creer en ti mismo y en las habilidades y talentos que tienes. Si no eres capaz de creer en ti mismo y en tus capacidades nunca te lanzarás a luchar por alcanzar éxito en tu vida. Crear éxito implica tomar riesgos, por lo menos algunos. Lo repito, todo lo que vale la pena lograr en la vida, siempre implica tomar riesgos, que tomemos decisiones, que actuemos continuamente hasta que eventualmente alcancemos el éxito que estamos esperando.
Por ejemplo, si quieres hacerte rico deberás tomar riesgos con ciertas inversiones tanto de dinero como de tiempo. Luego deberás aprender a tomar decisiones sabias en cuanto a la administración del dinero que ganes y su reinversión. Finalmente, por supuesto deberás aprender a seguir actuando continuamente hasta que te haces rico.

¿Qué tal si hoy haces in inventario de tus valores y tus capacidades y solo si es necesario te reconcilias con lo que vales?

Tus Paradigmas están relacionados con tu Visión de la Vida

No puedes creer en algo que no esté fundamentado en la verdad o por lo menos que se percibe como verdadero. Creer en algo que no sea apoyado por evidencias se considera insano. Aunque lo que muchas veces nosotros percibimos como cierto no lo es en realidad. Es sólo nuestra percepción de una realidad que es simplemente nuestra opinión.
Por ejemplo, una persona que cree que está condenada a ser pobre o fracasado probablemente está convencida de ello porque invierte mucho tiempo en pensar enfocado en sus fracasos en el pasado y como nunca, aparentemente, ha tenido suficiente dinero. Para esta persona, su mayor declaración es “Soy un Fracasado” y esta afirmación puede verla fundamentada con toda certeza.

Pero si examinamos su vida, lo más probable es que veamos algunos episodios de tiempo donde pudo experimentar éxito y momentos donde el dinero no fue un problema para ellos. Si podemos hacer que esta persona solamente centre su atención en pensar en su pasado, en los momentos de éxito, muy rápidamente veremos que su creencia cambiará de fracaso a capacidad de éxito

Esto lo demuestra el hecho de que hay miles de personas que han crecido con padres que les dijeron que no servían para nada y que nunca lograrían nada en la vida, han logrado cambiar el rumbo de su existencia simplemente porque concibieron una nueva versión de su verdad en pensamientos positivos que les ayudaron a recuperar el aprecio por lo que son y por sus capacidades y habilidades. ¿Cómo lo hicieron? Simplemente esforzándose en mantener su atención en esos nuevos pensamientos potenciantes hasta convertirlos en sus nuevas creencias o paradigmas. Firmemente llegaron a creer que podían cambiar su vida y tener éxito y lo han logrado.

Cuando cambias tus pensamientos, cambias tus creencias o paradigmas, cuando cambias tus paradigmas cambias tus acciones y cuando cambias tus acciones tienes un resultado diferente.

Es importante entender, que cuando hablamos de creencias no estamos hablando de simples criterios superficiales. Estamos hablando de paradigmas profundas y fundamentales acerca de nosotros mismos y de nuestra cosmovisión. Estamos hablando de nuestro sistema de creencias, lo que yo llamo tu ADN mental; por eso el proceso de cambio es en esencia sencillo, pero requiere de persistencia y esfuerzo para lograrlo. Tú puedes creer en lo que quieras por un día o dos, eso es fácil. Pero cuando te cansas o te enfrentas a dificultades porque las cosas no salen como se esperan a la primera, tus creencias más profundas salen a flote y se manifiestan. Por eso, el esfuerzo debes centrarlo en insistir, concentrarte en los nuevos pensamientos hasta que estos suplanten tus antiguas creencias limitantes.

Ralph Waldo Emerson dijo…” Cada uno de nosotros tenemos pensamientos que adoramos…aquello que domina nuestra imaginación y nuestras pensamientos determina nuestras vidas y nuestro carácter. Por lo tanto, debemos tener cuidado con los pensamientos que adoramos.

Lamentablemente muchas personas adquieren sus creencias de la gente que les rodea desde su nacimiento y no son capaces de escoger sus creencias por si mismos. La mayoría creen lo que los padres les han enseñado, o porque los amigos les han inducido esas creencias. Esto por supuesto no es un proceso consciente. Es el resultado de haber centrado nuestros pensamientos en lo que nuestros padres, familiares, amigos, maestros y personas a nuestro alrededor nos han dicho. Afortunadamente, sí nos proponemos podemos cambiar nuestras creencias limitantes en creencias potenciantes. Toma el control de tu vida y decide en que quieres creer de ti mismo, tus habilidades y lo que quieres lograr en la vida.

Cambiando tus Creencias

El primer paso para cambiar tus creencias limitantes por creencias potenciantes, es descubrir aquello que te frena y que impide que hagas tus sueños realidad y que tengas éxito. Luego, decidir lo que quieres creer y hacer una lista de evidencias que apoyen tu nueva verdad o realidad mental. Decidir que pensamientos creer acerca de ti, tus habilidades y lo que quieres lograr.

Conozco a alguien que por mucho tiempo pensó que él no era importante para nadie en el mundo y que era insignificante. Por lo tanto, no merecía nada bueno de la vida.

Le conocí y cuando llegué a tener confianza con él, compartió conmigo su situación y le anime a considerar sus creencias. Al pedirme ayuda, le alenté a que primeramente hiciera una lista de sus valores personales y habilidades. Luego conversando juntos le reté a que me diera evidencias de su verdad. Lo hizo.

Hice que me respondiera a una breve pregunta ¿qué te frena, que te impide tener éxito? Lo que el me respondió manifestaba sus creencias limitantes las cuales escribimos en un folio. Luego, hice que escribiera frases opuestas a lo escrito como creencias limitantes.

El resultado fue que frases como “no merezco nada bueno en la vida” “no tengo derecho a ser feliz”, “soy un fracasado”, “nunca lograré nada bueno”, “no soy bueno en los negocios” se convirtieron en “merezco lo mejor de la vida”, “tengo derecho y puedo ser feliz”, “puedo y quiero lograr lo mejor de la vida”, “soy un gran empresario” y comenzaron a cambiar su realidad.

Su primera reacción fue que él no era nada de eso. Pero, yo le exigí que REPITIERA constantemente esas frases y que persistiera hasta que se convirtieran en sus creencias más profundas. La razón de esto es lo que ya vimos gráficamente, lo que creemos de nosotros mismos define nuestra actitud y acciones diarias.

Me dijo de nuevo- que tal si no lo creo. Le dije repítelas hasta que las creas. Lo hizo y hoy es un gran empresario con gran éxito. La nueva percepción de su vida, generó genuina auto estima, le animo a estudiar y aprender lo que le permitía lograr su objetivo y lo ha hecho aún a pesar de muchas dificultades.

La metodología fue sencilla pero la batalla no lo fue. Necesitó persistir mucho. Siguió mis instrucciones de que cada vez que se encontrara pensando como en el pasado, inmediatamente y sin contemplación ni auto justificación, se repitiera a si mismo los nuevos pensamientos, tantas veces como fuera necesario hasta que se enrumbara de nuevo hacia el éxito.

Fue vital el que él sinceramente que pagar el precio para cambiar. Estaba tan cansado de su situación que aceptó mis sugerencias, porque deseaba cambiar.

El resultado fue que el repetir constantemente las nuevas frases hizo que los nuevos paradigmas sustituyeran los antiguos en su mente y en lo más profundo se enraizaran como su nueva realidad. Cuando logro esto, sus acciones no fueron ya más saboteadas por sus antiguos paradigmas o creencias.

Todo lo contrario, en su retorno hacia del éxito sus acciones fueron respaldadas por pensamientos que le potenciaron aun en momentos muy difíciles. Tanto luchó hasta que los pensamientos, que hoy adora, como dijo Emerson, son pensamientos de éxito, de crecimiento y de hacer sus sueños realidad.