Una de las más poderosas técnicas de magnetización, consiste en reunirte con otros y enviar energía a cada una de las personas para crear lo que ellas desean. La energía del grupo multiplica la capacidad de crear dinero, objetos, acontecimientos y formas. Un grupo que sostenga un pensamiento común, puede hacer que sea realidad con mucha más fuerza que un solo individuo.
Preparación:
Este ejercicio puede emprenderse en cualquier lugar, incluso en un lugar público como por ejemplo un restaurante. Antes de empezar, hay que elegir a alguien que lo coordine. El papel de esta persona consiste en mantener el círculo en movimiento y ayudar a las demás a aclarar sus ideas acerca de lo que desean.
Pasos:
1. El monitor empieza explicando al grupo el siguiente procedimiento: Cada persona sólo ha de pedir una cosa cada vez. A continuación, el grupo magnetiza el deseo de esta persona. Podría seguir un breve comentario de cualquiera que quisiera hacerlo, según el tiempo del que se disponga.
2. A continuación, el monitor pide que todos los participantes se callen y piensen qué cosa específica desean pedir. Cuando el grupo esté preparado, el monitor elige una persona para empezar.
3. Mientras cada participante explica al grupo qué es lo que le gustaría que le ayudaran a magnetizar, el monitor procura ayudarle a ser lo más explícito posible, a la vez que mantener un ritmo suave y fluido. Los mejores resultados se obtienen de las peticiones específicas, por algo que parezca posible que tenga la persona que lo desea. Por ejemplo, aquel que pide dinero debe ser lo más concreto posible acerca de la cantidad de dinero que quiere al mes. Si la petición es vaga, si por ejemplo, alguien pide felicidad, el monitor podría preguntarle cómo sabría que estaría feliz. Esto le ayudará a reconocer qué es lo que deseaba, cuando llegue. Si la petición es de algo difícil de visualizar o si la persona no sabe muy bien lo que quiere, podría pensar en un símbolo que lo represente y en el que todos se concentrarían. El monitor ayudará para que todos sean breves y concisos; si alguien hablara durante demasiado tiempo, se disolvería la energía del grupo.
4. Una vez formulada una petición, todos los participantes cierran los ojos y le transmiten su energía. Durante este tiempo, la persona que ha hecho la petición querrá pensar en cómo el objeto, suma de dinero, etc., podrá beneficiar tanto su propio bien superior como el de los demás. Mientras el grupo emite su energía, la persona pensará en la esencia de su petición y sentirá la cualidad superior que le aportará ‑ amor, paz, vitalidad o alegría.
5. Existen infinitas maneras de transmitir energía a alguien. Utiliza tu imaginación y haz lo que te parezca mejor. Sea juguetón e imaginativo con tus imágenes. La primera vez que un grupo practica este ejercicio, el monitor les puede explicar que la energía se recibe en cuestión de segundos. Él controlará su emisión. Probablemente sientas la culminación de la energía y su posterior decrecimiento. Esto suele ocurrir en un espacio de 3 a 5 segundos. Cuando la energía empieza a decrecer, el monitor pone fin a su emisión diciendo, a lo mejor, "Gracias".
6. Normalmente, la gente se entusiasma tanto después de transmitir energía a alguien que quiere hablar de lo que ha visto y de las sensaciones que tuvo después. Si hay tiempo, después de recibir energía cada persona, se puede dedicar un corto período a los comentarios para intercambiar sensaciones y experiencias. Esto también se puede hacer para el grupo entero, cuando se hayan magnetizado todas las peticiones. El monitor controla el tiempo dedicado a la respuesta, para asegurarse que está acorde con un alto nivel energético y un ritmo fluido.
7. En cuanto se completa la petición de un participante, el monitor pide que el siguiente formule la suya. Se puede recorrer el grupo y magnetizar las peticiones todas las veces que se desee. El monitor se asegura del alto nivel de energía antes de iniciar otro ciclo.
Evaluación:
Al final de una sesión de manifestación en grupo, se habrá generado mucha energía. Se podría desear ofrecerla a la humanidad; a los reinos animal, vegetal y mineral; o al universo. Sólo se tienen que sentar los participantes tranquilamente juntos e imaginar que dispersan la energía sobrante a todos los reinos y para su bien. Cuanta más energía se emita, más energía será devuelta