NADA DE LOS QUE LOS DEMAS HACEN ES POR TI. LO HACEN POR ELLOS MISMOS.
Todos vivimos en nuestro propio sueño, en nuestra propia mente; los demás están en un mundo completamente distinto de aquel en que vive cada uno de nosotros.
Cuando nos tomamos personalmente lo que alguien nos dice, suponemos que sabe lo que hay en nuestro mundo.
Incluso cuando una situación parece muy personal, por ejemplo, cuando alguien te insulta directamente, eso no tiene nada que ver contigo.
Lo que esa persona dice, lo que hace y las opiniones que expresa responden a los acuerdos que ha establecido en su propia mente.
Cuando te tomas las cosas personalmente, te sientes ofendido y reaccionas defendiendo tus creencias y creando conflictos. Haces una montaña de un grano de arena porque sientes la necesidad de tener
la razón y de que los demás estén equivocados. También te esfuerzas en demostrarles que tienen la razón dando tus propias opiniones.
No te tomes nada personalmente por que si lo haces te expones a sufrir por nada.
Vayas donde vayas, encontrarás gente que te mentirá, pero a medida que tu conciencia se expanda, descubrirás que tú también te mientes a ti mismo. No esperes que los demás te digan la verdad, porque ellos también se mienten a sí mismos. Tienes que confiar en ti y decidir si crees o no lo que alguien te dice.
Cuando realmente vemos a los demás tal como son sin tomárnoslo personalmente, lo que hagan o digan no nos dañará. Aunque los demás te mientan no importa. Te mienten porque tienen miedo.
Tienen miedo de que descubras que no son perfectos. Quitarse la máscara social resulta doloroso.
Si alguien no te trata con amor y respeto que se aleje de ti es un regalo. Si esa persona no se va lo más probable es que soportes muchos años de sufrimiento con ella.
PARA ELEGIR CORRECTAMENTE, MÁS QUE CONFIAR EN LOS DEMÁS, ES NECESARIO QUE CONFÍES EN TI MISMO.
Escribe este acuerdo en un papel y engánchalo a tu nevera, en tu oficina en tu lugar de trabajo para recordarlo en todo momento: NO TE TOMES NADA PERSONALMENTE.
Cuando te acostumbres a no tomarte nada personalmente, no necesitarás depositar tu confianza en lo que hagan o digan los demás. Basta que confíes en ti mismo para elegir con responsabilidad.
Nunca eres responsable de los actos de los demás; sólo eres responsable de tus actos. Cuando comprendas esto, de verdad, y te niegues a tomarte las cosas personalmente, será muy difícil que los comentarios insensibles o los actos negligentes de los demás te hieran.
Si mantienes este acuerdo, viajarás por todo el mundo con el corazón abierto por completo y nadie te herirá. Dirás te amo, sin miedo a que te ridiculicen o rechacen. Pedirás lo que necesites. Dirás sí o dirás no. Lo que tú decidas, sin culparte ni juzgarte.