El tiempo libre es en general un momento que destinamos a hacer algo fuera de la rutina laboral, algo diferente. Pero este tiempo: ¿es libre verdaderamente? O también corremos para “prepararnos”, para ir y para volver… mirando el reloj…¿?
Ese es un tiempo “libre” no demasiado libre, aunque todos estamos ya acostumbrados a que sea así, sepamos que podemos hacer “libres” otros momentos, que no necesitamos “esperar” a tener más tiempo…a que llegue el feriado, el fin de semana, o la tarde libre, ni siquiera una hora libre!!!
Un tiempo verdaderamente libre puede ser aquel donde elijamos NO TENER QUE HACER NADA, NI SIQUIERA PENSAR NADA!!! Puede durar unos minutos, 5 tal vez ó más tiempo, según quieras. A medida que te familiarices con él podrás entrar en el tiempo del NO-HACER/PENSAR, más a menudo…disfrutándolo plenamente. Poco a poco nos podemos “hacer amigos” de esta opción.
¿Se imaginan cómo se sentirían si no tienen NADA QUE HACER?
Como somos “humanos productivos” no conocemos el NO-HACER, incluso esta idea puede aterrarnos, puede hacernos sentir un vacío muy incómodo, puede llevarnos a sentir inclusive angustia por no tener nada que hacer.
Imagínense a alguien diciendo: NO TENGO NADA QUE HACER!!! Motiva risas ¿no?
Y si quisiéramos ir más profundo en la experiencia: ¿Se imaginan si no tienen absolutamente NADA EN QUÉ PENSAR? Nada que resolver, nada pendiente, nada de nada…
La nada, el vacío, la no-acción/producción es un lugar muy temido por todos nosotros y por lo tanto es desconocido, porque “nunca vamos ahí”. Tenemos la idea de que no hacer nada es de “vagos”, es “perder el tiempo”, es “vergonzoso”…etc, pero sepamos que son solo ideas que “nos vienen” muy fuertemente adheridas de la sociedad, de la cultura… que no por ello son “buenas ideas”.
Tener momentos de NO-HACER, es algo completamente saludable siempre y cuando sepamos permanecer en este estado sin criticarnos por ello.
¡Tener la mente en PAUSA, es una gran acción, paradójicamente!
No todo lo que aprendimos es bueno. Tengamos la posibilidad de re-ver, de actualizarlo, de elegir distinto…si lo sentimos.
“Hacer, hacer, hacer y hacer” es un lugar cómodo y popular (aunque muchas veces nos quejemos de esto)… y nos mantiene en una línea de ser reconocidos socialmente, aprobados, aceptados.
Pensar distinto generalmente produce miedo, hacer distinto también…
ALICIA ORFILA –
www.aliciaorfila.com.ar