Si nos preocupamos continuamente, es que estamos tomando la vida de un modo equivocado. ¡Cuánta gente se pasa las noches en vela preocupada por un problema cuya solución sólo le podría llegar durante el sueño!.
Cuando la preocupación ensombrezca nuestras vidas, acordémonos de los ángeles. Cualquiera que sea la causa de dicha preocupación debemos estar totalmente seguros que ellos podrán tratar el asunto mucho mejor y de un modo más efectivo que nosotros con nuestra preocupación. Mandemos a los ángeles al corazón del problema y pidámosles que se lleven nuestras preocupaciones con ellos. Así, con las manos y la mente ya libres, y con la ayuda incondicional de ellos, podremos finalmente actuar con efectividad.
Si estamos preocupados por un problema de salud, pidamos primeramente la ayuda del arcángel Rafael, él pondrá a nuestra disposición legiones de ángeles de curación, ángeles sanadores del cuerpo que inmediatamente comenzarán a trabajar bajo nuestras indicaciones mentales. Si nos preocupa una situación que vamos a tener que afrontar y que se presenta difícil, mandemos antes a los ángeles a que suavicen o incluso eliminen las dificultades, siempre que ello sea posible. Podemos también pedir a nuestro ángel de la guarda que se entrevista con los correspondientes de las otras personas implicadas, a fin de disponerlos favorablemente.
Si nos inquietan asuntos de dinero, podemos recurrir a los ángeles especialistas en asuntos financieros, a los creadores de oportunidades y a los que disipan las dificultades, estando muy atentos a las señales que ellos nos manden para corregir el rumbo de nuestras finanzas o la marcha de nuestro trabajo.
Nadie es demasiado joven ni demasiado viejo para establecer una comunicación con los ángeles, pero sí tal vez demasiado serio. Eliminemos de nuestras vidas toda seriedad innecesaria y toda preocupación innecesaria. Ellos pueden ayudarnos a hacerlo.
Debemos recordar que cualquier problema deberá ser resuelto para el mayor bien de todos los implicados y que es necesario siempre incluir expresamente esta frase en nuestra petición. Recordemos también finalmente, dar las gracias por su ayuda a nuestros hermanos mayores espirituales.