Una vez que has contactado con tus Ángeles, puedes abrirte para recibir mensajes para otras personas. Puedes hacerlo con amigos que también hayan aprendido a conversar con sus Án-geles, siempre que ellos consulten a los Ángeles por ti al mismo tiempo. O puedes hacerlo sola.. ¡pero sólo por petición de otra persona!.
Para este proceso debes estar cimentada, liberada y alineada. Ten a mano libreta de anotaciones y birome.
1) Siéntate en silencio, con los ojos cerrados, a una distancia de entre 15 y 25 cm de tu compañero
2) Invoca a tu Ángel y la presencia del Ángel de tu amigo. Pide a estos Ángeles que permanezcan contigo mientras te abres para recibir información que sirva al mayor bien de todos.
3) Haz surgir una imagen o una sensación de tu Ángel. Recibe de buen grado lo que surja, como manifestación de la presencia angelical.
4) Ahora permite que surja una imagen del Ángel de tu amigo.
5) Visualiza a los Ángeles interactuando con el ojo de tu mente. Imagina que se saludan. ¿cómo lo hacen? ¿Se estrechan la mano? ¿Agitan las alas? ¿Danzan? ¿Realizan una referencia formal?
6) Pon la imagen de los Ángeles en tu chakra del corazón. Retenla allí algunos instantes hasta que comiences a experimentar calor en el corazón y sientas la presencia de los Ángeles.
7) Ahora pon la imagen de los Ángeles en tu tercer ojo y retenla también allí.
8 ) Cuando el corazón y el tercer ojo se llenen con la energía de los Ángeles, abre los ojos y escribe la pregunta. Cierra los ojos y repite la pregunta para tus adentros imaginando que las palabras están escritas en tu corazón y en el tercer ojo.
9) Cuando comiences a oír palabras o a recibir impresiones, abre los ojos y anota lo que estás recibiendo.
10) Cuando las palabras cesen, no olvides dar las gracias a ambos Ángeles.
Dedica algunos instantes a apreciar la energía que te rodea. Luego lee lo que has escrito. Si el tono de la transmisión es afectuoso y está lleno de aceptación, si no da consejos específicos, sino suave orientación, y si crees que a ti te reconfortaría recibir ese mensaje, compártelo con tu amigo. Si su tono es de regaño o de amenaza, si insta a actuar de modo especifico, es muy proba-ble que tu mente se haya interpuesto. Deséchalo y pide otro mensaje. Los Ángeles no dan órdenes: nos alientan a utilizar nuestras propias facultades de mente, corazón y espíritu, y a tomar decisiones por cuenta propia.
Puedes hacer también este ejercicio cuando el amigo no está presente, siempre que él te haya pedido que lo hagas. Simplemente comienza con el paso 2)
Muchas personas descubren que, cuando comienzan a conversar con sus Ángeles, es aún más fácil obtener información para otros. Esto se debe a que no tienes un interés personal en la respuesta. La neutralidad siempre brinda claridad.
http://hermandadblanca.org/biblioteca/curso-sobre-los-angeles-con-enfoque-metafisico-por-alexiis/angeles-clases-de-41-a-45/