Chakra es una palabra que proviene del sánscrito (antigua lengua hablada por los pueblos indios de Asia) que significa “rueda”. Esto permite imaginarlos como ruedas que giran y concentran energía en el cuerpo. Son fuerzas vitales que se encuentran en nuestro campo áurico, entre el cuerpo etéreo y el cuerpo físico.
Todos los seres humanos tenemos a nuestro alrededor un campo de energía fluctuante, similar a un arco iris. Este campo es nuestra aura, que se comunica a través de vibraciones con las energías de todo el universo.
Loa chakras tienen la función primordial de acumular y distribuir la energía del universo en forma de rayos que penetran perpendicularmente en el cuerpo físico ejerciendo influencia en la salud física y mental y en la armonía emocional y espiritual.
Funciones principales de los chakras:
1. revitalizar cada cuerpo aural o energético y con ello el cuerpo físico;
2. provocar el desarrollo de distintos aspectos de la autoconciencia, pues cada chakra está relacionado con una función psicológica específica; y
3. transmitir energía entre los niveles aurales ya que cada capa progresiva existe en octavas de frecuencia siempre crecientes.
Cuando el funcionamiento de los chakras es normal, cada uno de ellos estará abierto, girando en el sentido de las manecillas del reloj para metabolizar las energías particulares que necesita del campo de energía universal. Cuando el chakra gira en sentido contrario a las agujas del reloj, la corriente fluye del centro hacia fuera, con lo que interfiere el metabolismo. Por tanto, se dice que el chakra está cerrado o bloqueado a las energías que llegan.
La mayoría de las personas tienen tres o cuatro chakras que giran en sentido contrario en un momento determinado. Como los chakras detectan la energía, sirven para proporcionarnos información sobre el mundo que nos rodea.
Si bloqueamos alguno de ellos, no dejamos que entre la información. Por tanto, cuando nuestros chakras fluyen en sentido contrario a las agujas del reloj, hacemos salir nuestra energía enviándola al mundo, detectamos la energía que hemos enviado y decimos que eso es el mundo. Es lo que en psicología se llama proyección.
Dado que cada chakra está relacionado con una función psicológica específica, lo que proyectamos a través de cada uno de ellos estará dentro del área de funcionamiento de dicho chakra y será algo muy personal, ya que la experiencia vital de cada persona es única.