El Vudú más fuerte y poderoso se desarrolla en Haití, un país realmente pobre, pero a la vez rico en tradiciones y supersticiones. Infinidad de brujos podemos encontrar en ese caribeño lugar, brujos que practican la magia negra o la santería.
Pero lo extraordinario del vuduismo es la transformación de personas muertas a zombies. Cuenta el mito que los brujos vuduistas llegan a los cementerios al caer la noche y comienzan a desenterrar personas, hasta hallar o encontrar al muerto recién enterrado o en mejores condiciones, después, mediante algunos ritos satánicos toman posesión del alma de la persona desenterrada y las convierten en esclavos zombies.
Es por esta razón que muchas familias campesinas del lugar velan a sus muertos por varios días, hasta que este llegue a un estado de descomposición excesivo para que no pueda ser utilizado por el Boko (brujo vuduista) o, en su defecto, venden todo lo que poseen para tratar de comprar la tapa más pesada, para colocarla encima de la tumba y sea difícil abrirla.
Un zombie cumple las siguientes características: casi siempre lucen con los ojos rojos y algo desorbitados, su caminar suele ser mecánico y la voz que emiten parece que lo hicieran con la nariz.
Muchos zombies viven menos de un año y otros resultan tan agresivos a la hora de la trasformación, que su único sustento es comer cerebros de vivos o muertos.
Como dije al principio, Haití es un país muy pobre y el único fin de hacer un zombie, es hacerlos esclavos y venderlos como mano de obra a los caseríos para que realicen labores manuales de cultivo.
También los alquilan para empresas internacionales con la misma función. Se cuenta que algunos brujos poseen hasta 15 zombies, para que ellos puedan trabajar por él, otros los utilizan como asesinos y cobran por ese servicio