Cuantas veces añoramos el momento en que al fin podamos cumplir nuestros sueños y las condiciones que supuestamente requerimos para ser felices. Y mientras estas llegan... sufrimos, nos quejamos y lamentamos casi todo el tiempo.
¿Alguna vez has reflexionado acerca de lo maravilloso que es estar vivo en este instante? ¡La mejor parte de tu vida esta ocurriendo ahora! Este momento es único e irrepetible, no se volverá a presentar de la misma manera, así que vale la pena disfrutar y atender al máximo este instante, que puede trasformar completamente el resto de tu vida. Muchas personas han vivido pendientes de todo lo bueno que les espera en el futuro, perdiéndose la oportunidad de vivir el ahora.
Yo estoy aprendiendo a despejar la bruma de mis temores y de los viejos prejuicios adquiridos, que muchas veces se convierten en la causa que no me deja definir lo que es realmente importante en este momento de mi vida. Entiendo que la felicidad depende de mí y por esa razón estoy abocada a resolver mis dilemas emocionales del pasado, para aligerar el peso de mi equipaje y hacer más liviano y agradable mi viaje.
Con la experiencia, todos obtenemos la claridad que nos permite ver las cosas exactamente como son, sin fantasías y en su justo valor. Deberíamos aprovechar esta posibilidad para comenzar a disfrutar más de la vida. ¿Hasta cuándo vamos a postergar nuestra decisión de ser felices? ¿Hasta cuándo vamos a permitirle a nuestras viejas y gastadas ideas acerca de cómo vivir la vida, que nos saboteen la posibilidad de hacer las cosas que nos gustan? ¿Hasta cuándo vamos a justificar nuestra negativa a cambiar o nuestra pasividad por la falta de apoyo y comprensión de parte de otros?
Un poco más allá fuera de todo malestar o pensamiento negativo que estés experimentando en este momento, se encuentra la vida con colores brillantes, esperando a que le des vuelta al cristal a través del cual la interpretas para que puedas salir de donde estás y considerarte un elegido por el sólo hecho de estar vivo aquí y ahora. ¡Me gustaría que en este punto pudieras detenerte y poner un poco de música alegre para acompañarte en el resto de esta lectura! ¿Te parece una idea alocada?
¿Y por qué no? Hacerlo significaría que has abierto una ventana para que entren la reflexión y la luz en tu vida. Sonríe, ponte en acción y en movimiento, deja de darle vuelta a esos pensamientos llenos de temor y negatividad, respira profundo y al expulsar el aire, hazlo por la boca e imaginando que vacías tu alma de todo dolor, rabia, tristeza o frustración. ¿Cuánto tiempo te tomo? Sólo un par de minutos que puedes volver a repetir a lo largo del día para suavizar tu vida.
Claves para tener en cuenta:
Concéntrate en ser feliz. Vive cada momento de la mejor manera. Decide que no darás entrada a tu vida a la violencia o al malestar con el que otros viven la suya. Réstale importancia a los pequeños eventos que se presenten de forma inesperada en tu día, dales paso y concéntrate en resolverlos de la mejor manera.
Reevalúa tus prioridades. Tal vez este sea el momento de hacer algunos ajustes en lo que ha sido tu estilo de vida en los últimos 10 años. Es tiempo de soltar el control, la rigidez de lo aprendido y algunas responsabilidades que ya no tienes.
Cambia el no por el tal vez. ¿Cuántas veces en los últimos años repetiste la palabra “no” frente a una oportunidad, una invitación o una sugerencia? Es tiempo de bajar tu nivel de defensividad, además recuerda que las palabras influyen en nuestra manera de ver y vivir la vida. La próxima vez que vayas a decir que no, detente y di: Déjame pensar, Tal vez... esto cambiará tu vida y la relación con los demás.
Cambia tus pensamientos. Cada vez que tu mente te lleve a pensar en alguna situación triste o preocupante, cambia de pensamiento. Distraer tu mente, te ayudará recuperar la claridad mental que te permita solucionar tus pendientes.
Deja de pelear por pelear. ¡Ya no te desgaste más! Y mucho menos por situaciones o cosas que no dependen de ti, que están en manos de otros o que no tienen nada que ver contigo... Vive la vida en paz, con el deseo y la actitud de encontrar siempre todo lo bueno que encierra cualquier planteamiento o situación.
Deja de esperar. Las condiciones óptimas que esperas para disfrutar de la vida pocas veces se dan y el tiempo pasa demasiado rápido para quedarte esperando. Disfruta de las cosas sencillas y bellas que la vida te ofrece ahora, como tus hijos, tu pareja, la naturaleza, la amistad...