En el gran decorado del Cielo y de las estrellas, los hombres vieron
y dibujaron figuras y símbolos.
De esta manera, y gracias a su fértil imaginación, nacieron los 12 signos
del zodíaco, a partir del cual establecieron el calendario.
El telón de fondo del zodíaco está formado por las contelaciones.
Se trata de representaciones simbólicas, que evocan animales o personajes míticos.
Siguiendo el ritmo de las estaciones, y a lo largo de los años y de los siglos, el cielo estrellado aparece de manera cíclica e inmutable ante nuestros ojos.
Fue sobre este telón de fondo formado por constelaciones donde los sacerdotes astrólogos de Sumeria pudieron observar, seguir y medir los movimientos aparentes, primero de la Luna y luego los del Sol, aunque mucho más tarde.
De esta manera se distribuyeron las constelaciones en 28 sectores correspondientes a las 28 fases mensuales de la Luna. La primera rueda zodiacal, o zodíaco de las constelaciones, fue constituda a partir de las fases lunares.
A partir de lo que pudieron observar los astrólogos Sumerios con respecto a los movimientos de la Luna, nació el calendario lunar, que representa las 28 fases mensuales de la Luna.
Más tarde, y basándose en la estrella Sirio, situada en la constelación del Can mayor y cuya luminosodad es la más potente que se puede observar desde la Tierra, crearon un gran arco (Sirio significa la estrella del arco), alrededor del cual se desplazaba el Sol.
LOS CALENDARIOS SOLARES Y SOLARES
El calendario solar egipcio estaba dividido en 360 días agrupados en 12 meses de 30 días cada uno. El zodíaco, establecido también según el aparente movimiento del Sol alrededor de la Tierra, estaba formado por un cículo perfecto de 360 grados.
Cada grado del zodíaco correspondía, de este modo, a un día del año solar.
Por otra parte los Caldeos, en el siglo VIII A.C., ya dividieron el día en 12 parte iguales de 2 horas cada una a partir de la salida del Sol.
Finalmente, los hebreos dividieron la semana en 7 días, creando de este modo un calendario al tiempo solar y lunar, es decir, establecido según los movimientos aparentes del Sol alrededor de la Tierra y según las fases de la Luna
LA ASTROLOGIA NACIO EN MESOPOTAMIA
Desde tiempo inmemoriales, bajo el cielo de Oriente casi permanentemente transparente, donde todas esas joyas doradas relucían con pleno fulgor durante noches enteras, aquellas gentes (los mesopotámicos) fueron fascinadas por los astros, de los que, durante siglos y siglos, observaron, anotaron y estudiaron con tezón sus apariciones y ciclos. No solamente se trataba de la multitud de estrellas fijas y sus constelaciones, de las cuales acabaron por extraer, a mediados del primer milenio antes de nuestra era, una secuencia zodiacal, sino también de las grandes luces del día y de la noche, el Sol y en especial la Luna que regía su calendario, y finalmente los planetas: Venus, que llamaban Ishtar, nombre de la diosa del Amor; Júpiter, "El Astro Blanco"; Mercurio, "El Muflón"; Marte, "El Ardiente"; y Saturno, "El Constante", cuyas apariciones, movimientos, ausencias y eclipses podían predecir sin error. Es posible que hubiesen visto brillar los astros, y que los confundieran con pictogramas dibujados allá arriba por los Dioses, para decidirse a divulgar sus conclusiones." (Jean Bottero, 1992.)
DE DONDE PROVIENEN LOS SIGNOS DEL ZODIACO?
Se trata de 12 figuras simbólicas, imaginadas por los hombres de la Antigüedad al observar las estrellas. En ellas vieron formas, dibujos, caras, seres naturales y sobrenaturales a partir de los cuales constituyeron, a lo largo de los siglos, una jerarquía celeste y un bestiario divino.
Estos grupos de estrellas se convirtieron en contelaciones, de las cuales 12 forman el zodíaco, palabra griega que significa "Círculo de animales y almas".
Cada signo del zodíaco, correspondiente a un mes del año, estaba representado por uno de los 12 símbolos que hoy conocemos, con ciertas variantes, y que nos informaba sobre los mitos y las creencias ancestrales que presidieron la creación del zodíaco.
A partir del movimiento aparente del Sol dentro de los 360 grados de la rueda zodiacal, se creo el año zodiacal o solar.
Desde entonces, hemos podido fácilmente dividir el año en doce partes de igual duración (los meses), siguiendo los desplazamientos del Sol de un sector del zodíaco a otro. Puesto que cada signo forma un ángulo de 30 grados, y el Sol recorre 1 grado por día, cada mes zodiacal fue del mismo modo dividido en 30 días
Los 7 astros primordiales que constituyen la jerarquía celeste divina, y que se desplazan en el universo del zodíaco son 7: Sol, Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
A cada uno de ellos se le atribuyó un día y juntos, formaron los 7 días de la semana y son los elementos constitutivos esenciales, los mecanismos fundamentales del zodíaco.
Los 3 astros secundarios del zodíaco son: Urano, Neptuno y Plutón, localizados por los astrónomos en los años 1781, 1846 y 1930, respectivamente. En los quince últimos decenios del siglo XX , los astrólogos los añadieron a los planetas conocidos.
Aunque no se tienen pruebas tangibles de que el hombre de la Antigüedad haya conocido la existencia de estos, podemos suponerlo por muchas razones; aunque no quede constancia de su presencia en el zodíaco.
Si bien el zodíaco, tal como fue creado en su origen, no tiene ninguna necesidad de acoplar elementos básicos suplementarios; Urano, Neptuno y Plutón revelan informaciones complementarias a las ofrecidas por los 7 astros primordiales.
De este modo, Urano, ejerce una regencia secundaria sobre el signo de Acuario, junto a Saturno, su regente. Neptuno es regente secundario de Piscis, junto a Júpiter, su regente. Finalmente, Plutón es el regente secundario de Escorpio, junto a Marte, su regente