El Cardo Santo es una de las plantas que en botánica oculta han recibido el nombre de "bendita". Este calificativo se debe a que muchas de estas plantas tenían gran protagonismo en la brujería y hechiceria y por esta razón se las bautizaba con nombres sagrados para contrarestar su efecto maléfico.
El Cardo Santo se recolectaba la tarde anterior al día de San Juan y se utilizaba en numerosos hechizos. Para ello las jóvenes recogían la flor del cardo y la dejaban al sereno. Si florecia a la mañana siguiente se interpretaba que la pareja correspondía a su amor. De lo contrario es que le era infiel.
Otra creencia mágica atribuia al Cardo Santo, es la propiedad de restituir la memoria perdida, si este se tomaba en decocción