Son los equivalentes de los knockers de Cornwall y Devon en la Península Ibérica, y presentan características similares a las de sus primos ingleses. Sin embargo, parecen ser ligeramente más interesados y vengativos que ellos. Según una leyenda que aún circula por la región de Xinzo de Limia, en Galicia, España:
Un minero independiente hizo un trato con un picador, para que le indicara los filones más ricos, ofreciéndole a cambio que él haría todo el trabajo y que le entregaría el veinte por ciento del mineral más puro que extrajera. Aceptado el trato, todo funcionó a la perfección, a tal punto que el minero debió contratar ayudantes para poder aumentar la producción, pero entonces comenzó a retacear sus entregas a su "socio", tanto en cantidad como en calidad.
Por supuesto, esto puso furioso al picador, hasta que, un día en que nueve mineros estaban trabajando en una de las galerías, el duende provocó un derrumbe que los sepultó completamente. Sin embargo, curiosamente, ocho de ellos pudieron salir de entre los escombros con apenas algunos rasguños, y sólo falleció el que había intentado estafar al picador.