Consiste en la adivinación mediante la baba del sapo o a través del estudio de su comportamiento.
Era una rama de la magia tenida en gran consideración y que muy pocos hechiceros dominaban.
Era un sistema utilizado habitualmente por las brujas medievales. El sapo era un animal muy relacionado con ellas. Se cuenta que las brujas y hechiceras vestían a sus sapos con ricos ropajes y los trataban a cuerpo de rey.
Normalmente la bruja miraba a través de los ojos de los sapos y conseguía saber todo lo que ocurría a su alrededor. Otras veces lamían la piel del sapo y tenían visiones, provocadas sobre todo por la sustancia alucinógena que emanan estos animales.
Son muchas las leyendas y ritos que circulan en torno a los sapos: se utilizaban para realizar maleficios, amarres o incluso para predecir las lluvias y hasta se cuenta que la bruja podía convertirte en sapo si la sacabas de sus casillas.