Cuando te sientes solo no es la presencia de otra persona lo que echas de menos, es tu propia cálida presencia. En búsqueda de otro, te has desconectado de tí mismo - ese es el mayor dolor de todos Vuélvete al lugar donde estás Reconéctate con una respiración. La brisa matutina. El sonido de la lluvia. Una silenciosa taza de té. Sensaciones danzantes en el estómago, el pecho, la cabeza. Quédate aquí. Sumérgete en la dulzura. Observa a tu soledad disolverse en exquisita privacidad y en una mañana fresca. Hay una línea muy delgada entre la soledad y la belleza. Permítete estar solo, con el milagro de la vida misma. -
Jeff Foster Texto