Si hiciéramos una lista de las cosas que hemos dejado escapar en la vida por culpa del miedo, seguramente tendríamos para escribir gran cantidad de folios y folios. Muchas veces fracasamos antes de intentar hacer algo y luego nos arrepentimos de no haberlo siquiera intentado. Lo que nos detiene en nuestro avance, es el miedo.
Todos nos enfrentamos en la vida a problemas y obstáculos frente a los cuales muchas veces nos quedamos paralizados. Si queremos aumentar nuestra capacidad de resolver problemas necesitamos aprender cómo transcender los límites que nuestra propia mente nos está imponiendo.
Te invito a que pares y te hagas las siguientes preguntas. Date tiempo para responder y reflexiona profundamente.
En la vida
¿Juegas a ganar o a no perder?
¿Qué huella vas a dejar?
¿Marcas la diferencia en la vida de otros?
Si estas condicionado por el miedo, jugaras a no perder, tendrás dificultad en dejar tu huella y en marcar diferencia en la vida de los demás. Tienes que ser valiente y enfrentarte a tus miedos.
Si queremos pasar a otro nivel, la clave está en dejar de hacer las cosas como las hemos hecho hasta ahora. Necesitamos nuevas formas de hacer y de ser.
En la vida podrás avanzar mucho más haciendo las cosas que no haciéndolas. Lo peor que puedes llevarte será una lección de cómo no hacer las cosas. La siguiente vez lo harás mejor.
Por lo tanto, para crecer, necesitas salir de tu zona de confort. Al salir te enfrentarás a nuevas situaciones, nuevas decisiones y te surgirán dudas. Es normal. Tener miedo es natural y esta emoción nos ayuda a evaluar de forma adecuada los pros y contras, los riesgos y dificultades, y también las posibilidades de logro. Es la emoción que nos predispone a buscar soluciones para resolver los problemas y las dificultades que se nos presentan, así que no es más valiente el que dice no sentirlo, sino el que lo reconoce y se esfuerza en aprender a manejarlo, ya que en el reconocimiento de la debilidad se encuentra la fortaleza. En la aceptación del miedo y en el compromiso con el cambio se encuentra el camino de la superación personal.
El miedo es la anticipación del dolor. Y la anticipación es futuro. Solo existe el presente. La gente centrada vive en el presente.
Una de las funciones principales del cerebro es la protección. Es como el centinela del barco que está escaneando todo para identificar los potenciales problemas. La mente es como una madre superprotectora que tiene muy buenas intenciones, pero que si la hacemos siempre caso evitará que crezcamos. La mayoría de nuestras vidas nos las pasamos escuchando nuestra mente sobre lo que nos puede deparar el futuro. Por tanto, si sucumbes al miedo, puede que estés protegido pero te aseguro que tendrás una vida insulsa y mediocre.
Nuestra mente es un estupendo guionista de culebrones, lleno de desastres, con problemas que casi nunca ocurren. El 99% de los problemas están en nuestra cabeza (son preocupaciones), ya que nosotros acabamos determinando que es y que no es un problema. Cuando tomamos conciencia de esto, nos podemos convertir en personas libres. El modo en que vemos las cosas, es como son. Todo está en uno. No tienes que creerte todo lo que dice tu vocecilla.
La frase favorita de nuestra cabeza es ¿Qué pasaría si…?. Yo te propongo que la cambies por ¿Y por qué no?..
El miedo reside en la cabeza. El miedo no reside en el corazón. La expansión, el crecimiento, la conexión y el coraje viven en el corazón. No es necesario intentar acabar con el miedo para tener éxito. El secreto para alcanzar los siguientes niveles de éxito es actuar a pesar del miedo. Sientes el miedo y aun así, haces lo que tienes que hacer. La gente de éxito tiene dudas y miedo, pero la diferencia es que aun así, no se frenan.
¿Cuantas veces existe un peligro real detrás de nuestros miedos?. Cuanto más nos alejamos de él, más poder le damos. Recuerda que si huyes de tus miedos, luego te vienen a buscar. La mayoría de los miedos sobre el futuro que tenemos no son muy reales y nacen de una interpretación limitante de la vida que reduce nuestras capacidades físicas y mentales. Usamos nuestra imaginación para meditar sobre todos los posibles malos desenlaces en vez de imaginarnos el éxito de nuestras acciones. Cada vez que pensamos en nuestros miedos, los convertimos en centro de atención, con lo cual, se fortalecen más. Por tanto, debemos olvidarnos de ellos, enfrentarnos o cambiar de perspectiva.
El miedo paraliza, bloquea y limita nuestro crecimiento de tal manera que nuestra motivación interior termina por buscar alternativas y excusarse. La excusa es un alivio. Si analizamos nuestras excusas podremos llegar a los miedos que las originan. ¿Cuáles son tus excusas?. Cuando tengas dudas, para identificar y concretar tus miedos, una pregunta que ayuda a hacer tangibles tus miedos es la siguiente: ¿Qué es lo peor que me puede pasar?
Recuerda los momentos en los que venciste al miedo. Ante cualquier situación donde el pánico y el miedo te atenacen y te impidan avanzar, te puede ir muy bien recordar momentos pasados en los que hayas experimentado un temor similar que finalmente lograras vencer.
Recuerda que para ser tu mejor versión tienes que empezar a dominar tus miedos, porque de lo contrario serán ellos los que te dominen a ti. ¿Cómo sabrás dónde se encuentran tus límites si no tratas de superarlos?
Domina tus miedos y dominarás tu vida.