Creencias limitantes: ¿qué son y cómo cambiarlas?

Creencias limitantes: ¿qué son y cómo cambiarlas?

Una de las grandes barreras de lo que cada persona desea en su vida son sus creencias. Una creencia es una idea que se ha internalizado tanto, que ha pasado a ser un rector de las acciones de la vida.
Las creencias son barreras invisibles que atan a las personas manteniéndolas siempre dentro del terreno conocido; les impiden tomar riesgos y decisiones; los traba en su evolución, y dificulta su transformación personal. Asimismo, les resta poder personal para avanzar hacia sus metas.
Como se originan en el inconsciente, todo lo que “le digamos” a ese territorio de nuestra estructura psíquica será tomado tal cual. Es como el genio de la lámpara, que te concede deseos. Así, si te dices que como tu familia era obesa tú también lo serás, ya sabes el resultado. O que quieres un ascenso en el trabajo, pero hay una persona que es más hábil que tú… intuyes lo que va a pasar.
Las creencias son construcciones subjetivas, no realidades (Daniel Colombo)
Todo lo que te dices internamente, con base en tus creencias, se manifiesta en el exterior en los resultados. Por eso es fundamental el proceso de hacerte cargo de tu vida, con todo lo bueno y lo no tan bueno. En esencia, esto significa asumir tu completa e irrestricta responsabilidad personal, por sobre lo que piensas y lo que creas en el mundo físico.
Como las creencias son subjetivas, son una adaptación de la realidad de las cosas, para que encaje mejor en tu rompecabezas vital. Aunque parezca absurdo, todas las creencias limitantes son negativas, por cuanto restringen el enorme potencial que tienes para alcanzar tus metas.

• Algunos ejemplos
  

. Sobre cómo suceden las cosas: creer que todo es producto de la suerte.
. Sobre las personas: toda la gente es mala; por lo tanto, todos me harán daño.
. Sobre el dinero: tener plata es malo y sucio, y es de gente tenebrosa. Por eso es posible que no te llegue abundancia a tu vida.
. Sobre ti mismo: creer que vales muchísimo, o que no vales casi nada. Todo esto conforma tu autoestima.
. Conocimiento de sucesos: creer que algo ocurre por suerte. Estas influyen en nuestro potencial de actuar.
. Sobre relaciones amorosas: todos los hombres/mujeres son iguales. Si ya me engañaron una vez, seguro esta persona volverá a hacerlo.
. Sobre la capacidad intelectual: mi hermano es más inteligente; yo soy un burro. Por eso me resigno a tener menos oportunidades.
Las creencias, entonces, hablan acerca de ti, de otros, o de cosas y experiencias de la vida. Su poder influye directamente en los logros de tu vida.

• Algunas creencias limitantes muy frecuentes
  

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[*]No sé.
[*]No se puede.
[*]Es muy difícil.
[*]No puedo hacer eso.
[*]Merezco menos.
[*]No merezco esta relación.
[*]Soy egoísta / egocéntrico / tacaño, y cualquier otra por el estilo.
[*]La gente envidia a los que triunfan. Por eso me conformo con poco.
[*]No valgo la pena. Por eso nadie me quiere.
[*]Prefiero ser bajo perfil, en vez de exponerme a tener éxito, eso trae problemas.
[*]Siempre fui pobre, y así voy a morir.
[*]No merezco que me quieran.
[*]Soy desordenado.
[*]Soy malhumorado, igual que —mencionas a alguien conocido, por ejemplo, tus padres.
[*]Jamás voy a cambiar.
[*]Con todos los problemas que tengo, es inevitable ser así.
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¿Te reconoces en alguna?
“Tanto si piensas que puedes, como que no puedes, estás en lo cierto” (Walt Disney)

• Dónde nacen las creencias
  

Son las experiencias en la primera infancia las que marcan el nacimiento de las creencias. Usualmente se basan en experiencias que observamos, o que sufrimos con dolor, y por eso nos marcan muy fuerte en ese frágil aparato psíquico que estás desarrollando.
También en esa etapa los padres o las personas con quienes te has criado tienen una fuerte influencia con sus palabras, conceptos y preceptos de vida. Si has crecido en un entorno positivo, estimulante de tu potencial y habilidades, seguramente no te limitarán demasiado. Si pasa lo contrario, te trae una experiencia negativa, y por lo tanto, considerarás las creencias como el paradigma (una creencia a la que le has entregado todo el poder, razón y no te has animado a desafiar).

• Cómo descubrir y empezar a cambiar tus creencias limitantes
  

La única forma de cambiar una creencia limitante es por otra creencia que te potencie y te estimule; es decir, exactamente lo opuesto.
Como en todo, no basta con determinar cuál es la limitación, sino que es fundamental experimentar en la vida diaria el opuesto: la creencia que te ayuda a tu expansión.
Puedes hacer este ejercicio tu solo o con la asistencia de una persona de suma confianza.
Tomarás esta secuencia de preguntas, y las responderás una y otra vez, durante un largo tiempo (por ejemplo, sesiones de trabajo de treinta minutos; varias hasta que sientas que estás descargando parte de estas limitaciones, al menos en lo verbal y expresivo en esta primera instancia):
Responde con honestidad:
Primer paso: escribe en una libreta una lista gigante de tus creencias limitantes; cuantas más coloques, mejor será el proceso. No te conformes con cinco o diez, coloca cien o quinientas. Con ese material, formúlate estas preguntas en este orden. Cuando terminas una secuencia, toma rápido registro del resultado, y empieza de nuevo con otra de tus creencias limitantes.
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[*]Menciona una creencia que sabes que te limita.
[*]Describe con todo detalle cómo te limita. Enfócate en ti; habla siempre en primera persona del singular (“Yo siento que…”, que es lo contrario a “ellos me hacen sentir…”).
[*]¿Cuál es la creencia no limitante exactamente opuesta?
[*]Describe cómo sería aquella situación del punto 2 si la vivieses sobre la base de la creencia no limitante.
[*]Establece un próximo paso que asumirás con responsabilidad para estar más consciente y en acción respecto a ejecutar en la práctica tu creencia no limitante.
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Y así, repites una y otra vez.
A la par, es importante que empieces a cambiar tu autocharla negativa, ya que está basada en las creencias limitantes. Cada vez que te dices por dentro “no puedo”, “no sé”, “no soy merecedor”, eso es exactamente lo que estás produciendo para tu vida. Decir “yo puedo”, “quiero hacerlo”, “pondré mi mayor esfuerzo”, “elijo estar bien” son creencias positivas que te ayudarán a conquistar más rápidamente lo que anhelas de corazón.
Cuanto más profundo vayas, mejor será el resultado que obtendrás. Lleva un registro escrito de cómo vas evolucionando. No te preocupes si no te resulta automáticamente: lleva tiempo cambiar años de creencias limitantes

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