La ansiedad es especialmente hábil en ponersedisfraces y máscaras: puede manifestarse con abatimiento, depresión, amargura, incertidumbre, insatisfacción profunda, tedio, fobias, etc; pero a medida que se avanza en el sendero de la autointegración y se aprende a VIVIR, la ansiedad se va reduciendo, incluso se va transformando.
El proceso de maduración conduce al autoconocimiento, la superación de conflictos internos y la aceptación de uno mismo. Supone un saludable
desenmascaramiento psicológico, la neutralización de neuróticos sentimientos de culpa y arrepentimiento así como la capacidad de asumir las propias responsabilidades.
La armonía es la medicina para la ansiedad. No olvidemos que una sociedad neurótica crea individuos neuróticos y que un medio angustiado provoca personalidades angustiadas; pero a pesar de ello se puede trabajar sobre uno mismo para integrarse, superando la ansiedad biopsiquica e ir mejorando para poder neutralizar la ansiedad que provocan los factores externos.
Así como en una casa bien techada no entra lluvia, en una mente lúcida, firme y ecuánime no penetran tan fácilmente las influencias negativas del mundo exterior.
Solo con armonía interior se puede conseguir la verdadera serenidad. La armonía ayuda a superar toda traza de ansiedad, quedándose exclusivamente con la tensión justa y necesaria para vivir.
Para que la ansiedad sobredimensionada, remita, se deben poner las condiciones oportunas para estimular las fuerzas de crecimiento interior y reorganizarse psíquicamente.
Ramiro Calle