Como trascender el sistema mental de la dualidad
Nosotros los seres humanos estamos familiarizados profundamente con lo que llamamos mente, creemos que somos lo que es esa mente, nos identificamos con ella, vivimos en ella, accedemos a todos sus deseos o caprichos, pero la verdad es que somos en esencia, muy diferentes a los pensamientos que produce o genera esta mente la cual nos crea una falsa identidad, ella fabrica las diferentes creencias, doctrinas pertenecientes a su naturaleza basada en la dualidad, enseñanzas que no permiten que vivamos desde nuestra verdadera esencia, ni nos relacionemos con el verdadero creador de la vida.
Vivimos la vida de acuerdo a como nos condiciomaron o programaron, nos enseñaron a pensar de manera distinta a lo que es nuestro verdadero ser, nos ataron, nos esclavizaron a ese sistema mental, nos hicieron perder nuestra libertad espìritual, nos conectaron de manera permanente a este mundo material mediante ese sistema de conciencia artificial, por eso vivimos siempre adheridos a un pasado temiendole a un posible futuro, sin permitirnos vivir siempre un eterno presente que es quien nos permite tener la verdadera experiencia espìritual.
El sistema de la dualidad mental no sabe lo que es la unidad, la plenitud, la totalidad, mediante ese sistema no podremos conocer nuestra verdadera identidad divina, nuestra verdadera naturaleza espìritual, son muy pocos los seres humanos que han logrado trascender la dualidad mental, por que el resto no es capaz de vacìar esa mente de las muchas creencias que ofrece el mundo para poder crear un espacio para que podamos comenzar a evolucionar no desde la mente sino desde el espìritu.
Quienes deseen comenzar su evoluciòn desde el espiritu de unidad, deben trascender el sistema de la dualidad mental, equivale a cambiar de conciencia, dar el salto de la dualidad mental a la conciencia espìritual de unidad.
La mente no nos permite conocer cual es nuestra propia esencia, no nos permite saber de que estamos hechos, que hay dentro de nosotros, no nos permite sentir los atributos divinos del Dios de la esencia, la mente sòlo nos conecta con muchos dioses hechos de energìas, con dioses hechos formas.
Como vamos a saber de donde venimos y para donde vamos,o cual es nuestra misiòn en la tierra, si no estamos conectados a la esencia interior, si no nos escuchamos a nosotros mismos por estar escuchando al mundo, y al parloteo de la mente, en esa esencia invisible es que se encuentra la verdad,no en las energìas de la mente con forma de pensamientos, la esencia lo abarca todo, lo contiene todo, la mente es la que nos pone los diferentes limites, la que nos separa de los demàs seres humanos y del creador.
Nos enseñaron a vivir dentro de esa mente, pero no somos esa mente, somos esencia o chizpa divina, si deseamos conocernos a nosotros mismos, debemos cambiar de conciencia o de identidad, dejar de identificarnos mediante la dualidad mental, sino mediante la esencia de la conciencia de unidad espìritual.
Quien vive desde el espìritu o esencia, es un pensador original, quien vive desde la mente, es un pensador artificial, el pensador artificial, està separado desde su verdadero ser, se ha separado de su verdadera naturaleza.
En el mundo existen crencias desde la antiguedad que le dan validez a este sistema de dualidad mental, con la cual es posible crear estas llamadas civilizaciones llenas de injusticias, y hay creencias que le dan vida a la esencia dentro de cada ser, si no nos desconectamos de ese sistema, estaremos alimentando su poder, lo que nos mantiene con vida es la respiraciòn natural proveniente de esa esencia divina, no esa maquina artificial llamada mente, el respirador artificial de la mayorìa de seres humanos.
Cuando trascendemos esa mente,cuando dejamos de depender de ella, es que comenzamos a vivir desde nuestro verdadero estado, nos damos cuenta que no la necesitabamos para nada, que era la que nos hacìa sufrir a travès de las diferentes emociones, nos damos cuenta que la verdadera conciencia se encontraba màs allà de la conciencia de dualidad, de la conciencia que contenìa los opuestos.
Los pensamientos que vienen desde la esencia, son los que nos hacen vivir en el presente, por que son un constante fuìr de vida, los pensamientos de la mente son un programa que creò este mundo para poder permanecer con vida, nos conducen siempre hacia el pasado o el futuro,para la mente el presente no existe.
La mente nùnca nos puede dar respuestas sobre que es la vida, ella sòlo trata de sobrevivir aquì en la tierra, nada sabe de eternidad, la mente nos adapta hacia todo lo finito, a lo que tiene limites, no puede expandirse hacia el mundo de esencia universal, ella abre ciclos y los cierra, como el que està a punto de concluìr en donde muere para regenerarse de nuevo, el mundo espìritual mental, es muy diferente al mundo espìritual de esencia.
El cuerpo tiene su propia inteligencia y armonìa, quien lo descontrola y desarmoniza es el sistema mental, quien vive desde la esencia necesita de poca comida y pocos bienes materiales, quien vive desde la mente todo lo quisiera tener, pero nada logra llenarlo, saciarlo, siempre desea màs cosas, asì lo tenga todo, es egòìsta y no le gusta compartir.
El sistema mental basado en en deseos, es quien crea el sufrimiento humano, es quien vuelve adictos a esta raza a las drogas, alcohol, sexo, pornografìa, riquezas, a las comidas, a los objetos, lujos et....estos excesos o placeres de màs son los que enferman al cuerpo y lo hace sufrir.
Quien ha meditado,y ha trascendido la dualidad mental, ya saben muy bien lo que se siente al estar por unos momentos en la esencia o unidad espìritual, en donde sòlo existe la plenitud, la paz, el amor y la armonìa, pero tan pronto dejan este mundo real espìritual, regresan a encontrarse de nuevo con este mundo mental lleno de preocupaciones y males, regresa el sufrimiento e injusticias.
En la dualidad mental lo que ahora era felicidad y placer, mañana se puede convertir en dolor, en la esencia se encuentra un estado de armonìa y felicidad que nùnca cambia por que es sòlo plenitud, en esa unidad no existen los opuestos, se vive con mucha sencillez, mientras que para la mente su mayor satisfacciòn son el obtener el èxito, las muchas riquezas y el poder, asì es que se obtiene esa clase de felicidad que no es permanente, por que hoy se puede tener mucho, y amanecer cualquier dìa sin nada.
Nuestra verdadera felicidad se encuentra en regresar a nuestra verdadera esencia, en trascender la dualidad artificial del sistema mental.
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