Algunas personas piensan, que definitivamente la vida está llena de energía, y en realidad, está más que comprobado, que nuestro estado de ánimo, nuestras preocupaciones, nuestra serenidad y la manera en la que decidimos afrontar cada espacio en nuestra vida, tiene una influencia directa en su calidad
Los pensamientos generan energías, atraen o repelen, de manera que si solemos llenar nuestra cabeza de pensamientos antagónicos, de angustia, dudas y temores, probablemente vivamos constantemente fracasos anticipados, pues en lugar de tender puentes, iremos levantando murallas en nuestra vida.
Por otra parte, cuando mantenemos nuestras vibraciones orientadas a los pensamientos positivos, llenos de optimismo y de fortaleza, no estaremos exentos del sufrimiento, pero obviamente le daremos un matiz distinto, nuestra actitud es clave en el recorrido de nuestra vida y nuestros pensamientos desde que nacen, tienen la fuerza de ir abriendo caminos o cerrando puertas
Cada escenario de nuestra vida genera distintas expectativas, constantemente estamos haciendo adelantos que aquello que viviremos, de las próximas horas, del día de mañana, de las vacaciones próximas, del próximo año, nuestro futuro no escapa de nuestra mente en casi ningún momento, de manera que los pensamientos entran en acción de manera inmediata, se activan y su energía comienza a liberarse.
De esta manera crean rumbos, nos empujan a caminos cuyos recorridos ya hemos anticipado, aunque no nos demos cuenta, vamos construyendo una vida interior y exterior, nuestros pensamientos han nutrido cada espacio, con expectativas, con dudas, con temores, con alegría o tristezas, siempre tenemos de todo un poco en nuestra mente
Si bien los pensamientos no nos salvarán de aquellos sucesos que nos toque vivir, que estén en nuestro camino, por justicia, por destino, por cualquier cosa que podamos creer, también es cierto que nuestro estado de ánimo tiene gran influencia en nuestra vida, en nuestra salud y en nuestra manera de enfrentarla y de relacionarnos con los demás.
Llevamos el timón de nuestra vida, somos conductores y protagonistas y el rumbo que tomamos siempre va antecedido por nuestros pensamientos, comenzamos a allanar el terreno a través de ellos, a prepararnos para recibir o perder, tenemos la capacidad de crear, de generar a través de nuestros pensamientos e ideas, la capacidad de materializar y hacer real aquello que pensamos, así se mueve la energia a favor o en contra.
La unión de pensamientos es vital para alcanzar metas y objetivos comunes, nos movemos en espacios donde los pensamientos afines se encuentran, conviven y se suman a causas iguales, a deseos de muchos, de allí que nuestros rumbos partan de nuestros más preciados anhelos, pero también de los más oscuros y reprimidos pensamientos.
Educa el pensamiento a tu favor, y verás los rumbos maravillosos que puede tomar tu vida…