Ha llegado el momento de dejar atrás los complejos físicos o mentales en relación a la percepción que tenemos de nosotros mismos. Veamos cómo hacerlo.
1. Acéptate
– Tienes que quererte tal y como eres, con tus cualidades y limitaciones. Todo suma, nada resta.
– Mírate al espejo y practica en voz alta afirmaciones positivas que te ayuden a mejorar la idea que tienes de ti mismo (que bien me veo hoy, me siento feliz, voy a conseguir llegar al peso que me he propuesto de una forma saludable, etc.).
Deja de infravalorarte, no eres menos que los demás. Elimina pensamientos de tu mente como (me siento gordo, no soy lo suficiente guapo, si fuese algo más alto, mi pecho no me gusta, etc.).
2. No pierdas el tiempo comparándote con los demás.
– No hay nadie igual a ti, eres único. Si insistes en compararte con los demás siempre encontrarás a alguien más guapo que tú, más inteligente que tú, con mejor físico que tú, etc. Se trata de que te aprecies y te valores tal y como eres, porque así como te veas a ti mismo construirás tuautoestima.
– La mejor manera de hacerlo es concentrarse en ser la persona que quieres ser, y no seguir el mismo cliché que las demás. Alcanzarás un buen concepto de ti mismo cuando te veas y sientas pleno por ser tú, con todo lo que ello implica.
3. No te obsesiones con tu apariencia.
– Todas las personas son bellas a su manera. No hay guapos o feos, son cánones de belleza que se nos imponen socialmente pero que nada tienen que ver con el sentir más profundo del ser humano.
– Si quieres sentirte bien contigo mismo, empieza por eliminar pequeños malos hábitos como pasar más de 10 o 15 minutos al día frente al espejo haciendo una valoración crítica de cómo te ves en ese momento.
– Tu prioridad tiene que ser sentirte sano y en equilibrio emocional, y no tu apariencia física. La belleza empieza por el interior, eso es lo que más debes aprender a cultivar.
– Cuida de ti mismo.
– Opta por una alimentación saludable, una buena nutrición es esencial para el buen funcionamiento de la mente.
– El ejercicio te ayudará a liberar tensiones y sentirte mejor. El aumento de la actividad física aumenta la secreción de las hormonas de la felicidad (endorfinas).
– El agua es nuestra gasolina, ayuda a oxigenar la mente y con ello conseguirás la calma.
– Haz pequeños cambios en tu aspecto físico (un corte pelo, ropa nueva, etc.). Verse con un nuevo aspecto mejora el estado de ánimo.
4. Desarrolla tu propio estilo.
– Elige una ropa que te haga sentir bien. Si no lo tienes claro experimenta probándote varios estilos hasta que des con uno con el que te sientas cómodo y seguro.
– Da igual que creas que algo no te sienta bien (ropa, peinado, calzado, etc.), anímate a probar cosas nuevas, seguramente llegarás a descubrir partes de ti que hasta el momento te eran desconocidas. Sal de tu zona de confort
5. Realiza una autocrítica constructiva.
– Esfuérzate por desarrollar una actitud positiva. La actitud determina el estado de ánimo, así que si hay algo que no te gusta de ti misma acéptalo como es y busca soluciones tranquilas y meditadas que te acerquen a la imagen que crees que es la ideal para tu persona.
– Analiza tus puntos fuertes y débiles (¿Cómo eres?, ¿Cómo te sientes con tu cuerpo?), Capacidades, Habilidades, Dificultades que nos limitan, etc.)
– Analiza tus pensamientos y emociones (¿Qué piensas cuando te miras al espejo?, ¿Cómo te hace sentir?, ¿Qué debes cambiar para sentirme mejor?, ¿Qué pautas vas a seguir para conseguirlo?, etc.).
6. Eres el único responsable de lo que te pasa.
– No culpabilices a nadie por lo que te sucede o el concepto que tienes de ti mismo. Eres tú quien, a través de tu sistema de creencias, das valor a palabras o pensamientos de otras personas.
– Debes ser capaz de valorar y aceptar las críticas de los demás, desechando las que son hirientes. No hay que confundir crítica con menosprecio.
7. Dedica un momento del día sólo para ti.
– Celebra los momentos positivos que has tenido en el día, siempre hallarás alguno.
– Mímate, se nos olvida con demasiada facilidad que la vida es algo más que asumir responsabilidades (démonos un masaje, disfrutemos de las caricias de nuestra pareja, olvidémonos del trabajo, etc.).
– Disfruta de la tranquilidad (date un baño caliente, léete un buen libro, toma un té mientras tomamos el sol en la terraza, etc.).
– De vez en cuando date un capricho, porque lo mereces. La vida está para disfrutarla.
8. Apuesta por el sentido del humor, que la risa sea tu aliada.
– Reírte aporta a tu estado de ánimo enormes beneficios, tanto a nivel físico (reduce el colesterol en sangre, favorece la oxigenación de cuerpo y mente, elimina tensiones musculares, limpia los pulmones, ayuda a paliar el insomnio, etc.) como psicológico (favorece la reducción de las principales hormona que producen el estrés, ayuda a estados de ánimo adversos como la depresión y la ansiedad, aumenta la confianza en uno mismo, etc.).
– Rodéate de personas alegres, la risa se contagia. Sumérgete en este optimismo.
9. Establece pequeñas metas alcanzables.
– Por mucho que quieras llegar a todo es imposible. Estableciendo pequeñas metas alcanzables irás animándote a seguir avanzando por el camino del autodescubrimiento.
– Aprende a priorizar lo que es más urgente, desechando todo aquello que no lo es, veremos que de esta forma la carga se hace mucho más llevadera.