Cuando el cuerpo astral es proyectado al plano astral, por supuesto se separa del cuerpo físico, pero siempre queda unido a éste por medio del llamado
Cordón de Plata.Los clarividentes suelen describrir este
“cordón” como una especie de hilo muy elástico, cuyo tono plateado es debido a estar compuesto por partículas de todos los colores, que vibran a una frecuencia tan alta que los colores parecen mezclarse hasta producir un color único, de tono plateado.
Este hilo elástico es extensible hasta el punto de que por mucho que se separe el cuerpo astral del cuerpo físico, el cordón siempre da de sí lo necesario, ya que precisamente este es su cometido:
Facilitar al cuerpo astral una movilidad ilimitada en el plano astral.
Haciendo un símil, podríamos decir que el
Cordón de Plata puede ser considerado como el cordón umbilical que une a la madre y a su bebé hasta el momento del nacimiento de éste.
Los nombres que en ocultismo recibe la esencia del cuerpo físico que sobrevive a la muerte son numerosos.
Desde simplemente espíritu a cuerpo astral, pasando por cuerpo etéreo, ka, espectro, cuerpo mental, cuerpo de deseos, cuerpo de luz, cuerpo espiritual, cuerpo luminoso, fantasma, ectoplasma…
Sea cual sea el nombre que elijamos, lo que parece cierto es que existe esa esencia del cuerpo físico extinto… o en suspensión de sus constantes vitales.
Nosotros le estamos llamando cuerpo astral.
Tradicionalmente se cree que el Cordón de Plata se alarga hasta grandes distancias cuando el doble viaja lejos del físico.
No siempre se ve pero puede sentirse como si tirara del cuerpo.
Cuando la muerte sobreviene naturalmente, el cuerpo astral se afloja poco a poco, elevando el físico y luego se rompe para permitir que los cuerpos superiores se eleven.