UNA DE LAS CLAVES PARA CAMINAR POR ESTA VIDA QUE HEMOS ELEGIDO VIVIR, ES SABER EL LÍMITE DE NUESTRAS LIMITACIONES, EN LAS DIFERENTES FACETAS QUE MANEJAMOS DIARIAMENTE, Y UNA IMPORTANTE ES LA RELACIÓN CON LOS DEMÁS, ES DECIR LA TOLERANCIA, DONDE TENEMOS, SABER CUÁL ES ESE LÍMITE DE TOLERANCIA CON LOS DEMÁS.
Evidentemente cada uno tenemos nuestro propio límite. A veces caemos en la tentación de recriminar a los demás valorando nuestro nivel de tolerancia, por encima.
“Yo no aguantaría eso…”, “Eso a mí no me lo hacían”, “…Lo que tu permites yo lo cortaba rápido”…” Conmigo tenían que dar”…
Éstas y otras frases parecidas son muy fáciles de decir. Hay que ponerse en la piel del otro y sentir lo que siente el otro, para como mucho dar nuestra opinión, pero nunca nuestro juicio, porque para saber cómo es el otro… Hay que ser el otro.
La tolerancia, muchas veces, es una puerta directa hacia el abuso. La persona que tenemos enfrente nos cree demasiado fácil, demasiado débil e incluso demasiado sumiso. Carentes de fuerza de voluntad para imponer límites. Para decir basta, hasta aquí has llegado.
EL LÍMITE DE CADA UNO TIENE QUE VER CON SU PERSONALIDAD, SIN DUDA, PERO TAMBIÉN CON LA EDUCACIÓN RECIBIDA, CON LO SUFRIDO ANTERIORMENTE Y CON LO QUE ESTAMOS DISPUESTOS A SEGUIR SUFRIENDO.
La resistencia a la presión, del tipo que sea, te hace sin embargo más fuerte, en contra de lo que pueda pensarse, siempre y cuando esa presión la controles tú, no ella a ti.
Hay que saber delimitar los límites de lo aceptable, o como está de moda ahora delimitar las líneas rojas. Hay que saber frenar, pero también saber esperar. Porque nada pasa en vano, nada sucede porque si todo tiene un ¿Por qué? Ya que la casualidad no existe, todo es causal.
Si los demás nos creen débiles solo hay que sentarse y observar cómo la tortilla se da la vuelta. Y lo veremos seguro, porque una gran mayoría de personas confunde sensibilidad con debilidad y no lo duden la sensibilidad es una herramienta muy poderosa.
Cuando uno es tolerante la gente le confunde, no está habituada a la tolerancia. Piensan que pueden pasar por encima de ti como si nada.
Los tolerantes también tienen límites. Más anchos, más largos, más lejanos, más sutiles… pero los tienen.
EN LA CONVIVENCIA DEL DÍA A DÍA, SE APRENDE MUCHO; AL FINAL, ACABAMOS DESECHANDO TODO LO QUE NOS DAÑA Y SIEMPRE SE SUMA EN VEZ DE RESTAR PORQUE TOLERAR ES ENSEÑAR A LOS DEMÁS UNA DE LAS MEJORES LECCIONES, ES LA FORMA SUTIL DE QUE LOS DEMÁS APRENDAN A SER MÁS TOLERANTES PREDICAR NOSOTROS CON EL EJEMPLO.
ASÍ QUE A PARTIR DE HOY NO LO DUDE Y PONGA MÁS TOLERANCIA EN SU VIDA Y SE SORPRENDERÁ DEL RESULTADO.