Sobre la empatía en tiempos de virus

CO-CREADOR@ Desde : 06/12/2008 He aportado : 4682

EMPATÍA. Es una de las palabras de las que más me he acordado durante las últimas semanas de virus y otras enfermedades político-sociales. Me he acordado, a veces por tan evidente ausencia y otras por sus altas dosis de presencia. No busco posicionarme, ni valorar, simplemente, reflexionar.
Por eso, me gustaría compartir con vosotros este pequeño cuento:
“Hace mucho tiempo un hombre calló a un pozo. No era excesivamente profundo, pero el hombre no era capaz de salir por su propio pie. Pasaron las horas y pedía ayuda desesperadamente, el agua le llegaba casi casi hasta el cuello.
Por fin, alguien le escuchó y se acercó a toda prisa. Se asomó a la boca del pozo y vio al hombre totalmente desesperado.
-       ¿Cómo te has caído ahí? ¿Cuánto rato llevas? ¡Madre mía, qué horrible!

Aquél hombre no lo dudó ni un segundo y se tiró al pozo también para ayudarlo. Ahora no era uno, ahora eran dos hombres los que estaban con el agua hasta el cuello y sin poder salir.
-       ¿Por qué te has tirado?
-       Ha sido sin pensar, te vi tan agobiado que yo mismo me agobié y no supe qué otra cosa hacer más que estar a tu lado.
Los dos siguieron pidiendo ayuda incansablemente. Nadie les oía.
Al final escucharon una voz y gritaron:
-       Ei!!! Estamos aquí!!! Ayuda!!
El tercer hombre, que paseaba con su perro, se acercó rápidamente y al ver a los dos hombres allí dijo:
-       Puedo imaginar la angustia que debéis estar pasando. No sé cómo os habéis podido caer los dos ahí. Vamos a encontrar la forma de sacaros.
Empezó a analizar el pozo y todas las posibilidades que había para sacar a aquellos dos de allí y, sorprendido se quedó cuando, al mirar hacia abajo vio una pequeña escalera metálica en la pared del pozo

-       Chicos!! Nos habéis visto esa escalera? Subid por ahí!!!
Aquellos dos, atónitos y apresurados empezaron a subir la escalera hasta que lograron salir del pozo.
Una vez arriba los dos le dijeron:
-       Gracias por habernos hecho ver la escalera. Estábamos tan angustiados que no vimos que nosotros mismos podíamos salvarnos.
FIN”
¿La empatía es pensar como piensa el otro?
¿La empatía es sentir de la misma manera que el otro?
¿La empatía es cambiar de opinión?
¿La empatía es no pensar en nosotros mismos?
¿Quizás sufrir cómo sufren los demás?
¿Hacer del problema del otro tu problema?
La empatía está totalmente libre de juicio y totalmente llena de escucha.
Ser empático no implica estar de acuerdo en cómo piensa el otro, ni siquiera implica ser capaz de sentir lo que siente. Es tan sencillo y tan complejo como ser capaz de escuchar y observar activamente, sin etiquetar, sin interpretar y, sin implicarte emocionalmente, ser capaz de ENTENDER cómo piensa o siente aquél al que escuchamos u observamos.
Sólo así mostramos, de manera honesta, nuestro apoyo.
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