¿Es posible derribar muros, muchas veces autoimpuestos, y conseguir lo que
a priori consideramos imposible? Por supuesto, y vamos a ver algunos
tips de cómo lograrlo:
Quitar nuestras propias barreras: los miedos
A menudo, por cualquiera de nuestros miedos o complejos tendemos a ponernos nosotros mismos barreras que consideramos infranqueables. De las experiencias vitales del pasado es posible que empecemos a cerrarnos puertas y pensar que no podemos llegar a nada. Las barreras mentales son las más peligrosas, pero son las más fáciles de derribar. La seguridad en algo deriva en que puedas hacerlo efectivo, que sea posible.
Los límites los marcamos nosotros; los tiempos, también
Lo que hoy o ayer consideramos como imposible de acuerdo a nuestras capacidades y recursos, mañana puede ser perfectamente factible. Cada uno de nosotros determinamos cuándo queremos hacer algo y cómo. El tiempo de realizarlo es una elección, pero no hay que frustrarse porque en ese mismo instante no podamos acceder, sino que debemos planificarnos mejor y entrenarnos.
Practica psicología, elimina términos negativos
Todos conocemos a personas negativas que en algunos casos llegan a intoxicarnos la vida, y por ello es importante deshacerse de todas ellas o al menos controlarlas. Es importante que nos automotivemos y utilicemos términos correctos, positivos, tal y como dice la neurolingüística. Formar el pensamiento, que se dice. No digas no puedo, di que por ahora no sabes cómo hacerlo.
Tus propias creencias son las más importantes
Ten seguridad y firmeza en lo que crees. Atento a aquellos que una vez cambiaron la Historia cuando nadie creía en ellos, y los únicos que se acercaban eran para reírse. Márcate un plan, que pueda ser de hábitos, de entrenamiento o de cambio personal, pero jamás cambies por nada ni nadie aquello en lo que creas, ya que es la llave al éxito en el futuro.
Duda de todo, pero hazlo al principio
Dudar es importante, claro que sí. Quien no duda no tuvo nunca curiosidad por indagar en algo. Dudar nos lleva a conseguir información veraz, a meditar, a establecer puentes de comunicación, a reflexionar… pero también es importante saber cuándo hacerlo. No dejes las dudas para el final, ya que eso es signo de debilidad y sinónimo de fracaso, de inseguridad a la hora de materializar tus ideas y proyectos. Haz un ejercicio de reflexión, pero que sea al principio.
Todo depende de las puertas que te pongas, de si estás dispuesto a cambiar para conseguir lo que crees justo para ti y si estás preparado para arriesgar, para moverte, para la acción que supone trabajar y alcanzar los sueños.