Pensar positivamente

Hay ciertas cosas positivas que pueden resultar por medio de pensar en «la peor posibílidad», lo cual es una forma de pensar negativamente. Sin embargo, este método, conocido como «la ley de Murphy» tiene sus límites. No hay, por ejemplo, nada positivo sobre tenerse lástima a uno mismo. Es sumamente negativo y dañino para el alma. Claramente hay otras formas de pensar en lo negativo que no tienen buenos resultados.

Una cosa es que alguien abra sus ojos a la realidad, que pueda calcular el costo, anticipar problemas e imaginar de antemano cómo tratar con ellos de una forma constructiva. Estas son la clase de pensamiento «negativo» que puede lograr resultados positivos. Por ejemplo, una de las cosas más positivas que uno puede hacer es encarar una de las ideas y circunstancias más negativas de nuestras vidas: el hecho de que algún día, vamos a morir. Hay tanto que se puede decir sobre ese tipo de pensamiento «negativo», y del buen fruto que podría llegar a tener.

De la misma manera, no son positivos los supuestos «pensamientos positivos» que ignoran problemas simplemente porque no son agradables. La mayoría del mundo está huyendo de la verdad, sólo porque es incómoda; pero huir no cambia las amargas consecuencias de lo que uno quiere escapar. Tales pensamientos «positivos» no son positivos para nada, y deben ser expuestos. Ciertamente, la gente sincera no quiere que todo el mundo evite mencionar sus problemas simplemente para pintar todo color de rosa. La mayoría de lo que hemos logrado como comunidad es porque hemos encarado nuestros problemas y hemos tratado construtctivamente con ellos.

No obstante, algunas formas del pensar negativamente son plenamente destructivas, y el único antídoto es una buena dósis de pensamientos positivos. Pensar negativamente es destructivo cuando supera la realidad y crea sentimientos de desesperación. El cinismo y la depresión son el resultado de enfocarse demasiado en lo negativo. Ellos pueden rápidamente desarrollar una forma de autoengaño que magnifica los problemas y borra las soluciones.

Dos personas se encuentran heridos en un accidente. Resulta en que los dos quedan paralíticos de la cadera para abajo. Uno no puede parar de agradecerle a Dios por sobrevivir, mientras el otro solamente puede pensar cúan difícil va a ser su vida. Todo depende de tu enfoque… lo positivo o lo negativo.

Podríamos llamar esta parte del pensamiento positivo: la luz al fondo del túnel. Pero, a veces vale la pena considerar que el túnel mismo puede ser ficticio. Se ha dicho, “Me sentí mal porque no tenía calzado, hasta que conocí a alguien que no tenía pies”. Si la persona estuviera en medio de una tormenta de nieve, podríamos decir que fue una declaración filosófica sobre algo que en realidad podría llegar a ser un problema grave. Pero, si fuera un día lindo, y no fuera probable que viajara largas distancias, entonces capaz ni necesitaba el calzado. Tal vez era una bendición no tener calzado, para poder sentir la libertad de caminar sobre el pasto descalzo.

Demasiadas veces creamos cruces imaginiarias cuando podríamos estar gozando sobre nuestras bendiciones abundantes. Comenzamos a imaginar que cada palabrita o cada mirada es una amenaza personal. La tarea más sencilla se vuelve una lucha insuperable. Cada dolor o molestia se describe como una angustia insoportable. Miedos sin nombres nos esperan tras cada nueva oportunidad.

Pero la realidad puede ser que somos algunas de las personas más afortunada del mundo, disfrutando de toda clase de prosperidad. Nuestras circunstancias económicas no se tienen que cambiar para nada y sin embargo podríamos descubrir la realidad que antes no veíamos.

La persona que sufre de depresión se estanca en una racha en donde su atención se vuelve sólo a lo negativo, memorias negativas y esperanzas negativas. Algunas investigaciones científicas han demostrado que enfocarse en un pensamiento negativo crea un especie de mecanismo de “busqueda” en la cual el cerebro destaca todos los otros archivos negativos. Así que un pensamiento negativo te hace recordar a otro, luego a otro, hasta que lo único que uno puede ver son los archivos negativos; es como si todos los archivos positivos de tu cerebro no existieran más. Mientras está en ese estado, uno puede sinceramente decir que no puede recordar o imaginarse algo positivo.

Cuando esto sucede, tu concepto de la realidad ha llegado a ser tan distorsionado que efectivamente es una mentira total. Ah sí, algunos datos pueden ser verídicos… tu novia sí te dejó, sí te despidieron de tu trabajo, y tu casa realmente se inundó, o cualquier otra cosa. Pero haz perdido la habilidad de poner esa pequeña verdad en contexto con todo lo demás. Te olvidaste que ni te estabas llevando bien con tu novia, y que la vecina (que es más linda) está interesada en ti. No puedes pensar sobre la posibilidad de que podrías encontrar otro trabajo, ni que allí quizás, contarías con más oportunidades. Es como si te olvidaste que habías ahorrado un poco de dinero para reparaciones de la casa, y que nadie en tu familia se lastimó. Entonces, puede ser que pienses que estás enfrentando «realidades» pero tan sólo estas tratando con partes de esas «realidades», y aún así no puedes darte cuenta que son partes distorsionadas.

Algunos experimentos han demostrado que se puede salir de algunas leves depresiones por medio de hacer algo tan sencillo como colocar lateralmente un lápiz entre tus dientes. Hacer esto literalmente te obliga a sonreír, y esto comienza una cadena de busqueda de otros archivos positivos. Si empiezas a pensar sobre algunas de esas cosas positivas, la acción te llevará a descubrir otros archivos positivos, y pronto, esos archivos negativos van casi a desaparecer.

De todos modos, tus circunstancias no necesitan cambiar. Puedes estar depresivo cuando todo externamente parece estar bien, y también puedes ser victorioso en medio de las peores batallas. ¡Claro, cuando estas muy positivo, no vas a pensar en esa situación como una batalla, y menos en ser tu peor batalla, porque todo lo que te está pasando va a ser tan emocionante que va a aparecer más como una aventura!

No es que tenemos que negar la realidad. Pero sí, hay personas que podrían esforzarse más para poder ver el cuadro entero, simplemente porque se han dejado llevar por un torbellino autodestructivo llamado la depresión. La gente que está en ese ciclo tal vez tendrán que actuar de tal forma que para ellos parecería negar la realidad (porque tendrán que forzarse a ignorar los archivos negativos en cuales se han enfocado). Pero si haces el esfuerzo para contar tus bendiciones, pronto te verás cuestionando por qué te dejaste estar tan depremido. Hay muchas otras personas que han sufrido más, y que lo aguantaron por más tiempo.

¡La vida es bella! Y hay tanto, en este mismo momento, por lo cual estar agradecido! Así que comencemos a agradecerle a Dios y a apreciar el uno al otro…¡mientras tengamos tanta oportunidad para hacerlo!