Cree en ti mismo. Cree en tus capacidades y en todos los talentos que Dios te ha dado. Cree en lo que puedes hacer y en las metas que ansías alcanzar.
Cree en la inmensa energía que tienes en tu corazón para amar y para servir, para curar y para unir, para reconciliar y para bendecir.
Cree en el poder de tu mente, en tus conocimientos y en tu capacidad para recordar, pensar y proyectar. Cree en el fuego que arde en tu voluntad cuando deseas algo con pasión. Cree en los seres que amas y que te aman.
No dejes de confiar aunque sientas un vacío en el alma y estés abatido y escaso de esperanza. Cree a pesar de las caídas, por encima de las crisis y más allá de las dudas.
Cree en ti mismo, en el Dios que te da vida y amor y en todos los seres humanos. Que la maldad y la bajeza no te impidan ver todo lo noble y todo lo bello.
Cree en la luz de la verdad, la magia del amor y el aliento de la esperanza. Cree hoy y siempre porque todo lo puedes esperar de la fe y nada puedes esperar de la duda.
Autor desconocido.