Hombres, mis respetos

Margarita Rosa de Francisco

Hombres, mis respetos

No es fácil ser hombre. Es un género esclavo de su propia supervaloración, pues se espera mucho de él.

A veces los compadezco, ancestrales compañeros, por la avalancha de mujeres energúmenas que, borrachas de causa feminista, nos engolosinamos con las oportunidades que encontramos de despotricar contra los abusos del machismo, convirtiendo nuestro válido discurso en una cantaleta extenuante. También es sano abrir un espacio para observar que los hombres tienen un papel difícil en las sociedades y han construido la historia manteniendo con valentía esa pesada responsabilidad de ser los duros del paseo. El miedo a quebrarse, a llorar, a derrumbarse, a demostrar que son sentimentales, es decir, a dejar ver esa parte que los hace bellamente indefensos y humanos, conduce a los comportamientos déspotas y tiránicos, siempre forzados. Mis respetos para ustedes, millones de hombres, soldados arrastrados siglo tras siglo a lejanos campos de batalla para responder con su propio pecho, cuerpo a cuerpo, frente a enemigos imaginarios creados por la obscenidad de los poderes. Cargar con la medalla del héroe y otros símbolos deformados para significar virilidad debe ser insoportable.

No es fácil ser hombre. Es un género esclavo de su propia supervaloración, pues del hombre se espera mucho. Que “cumpla” y triunfe con las mujeres y en su profesión, que sea líder, fuerte, valeroso, y, por favor, ¡que no sea gay! Ni hablar de la presión sobre su funcionamiento sexual. Para bien o mal, tienen entre las piernas “el santo” expuesto y cero compasivo que los delata en los momentos más comprometedores, como un detector de mentiras con vida propia, listo para glorificarlos o traicionarlos. A la par de esa venerada bandera, no solo penden los tamaños, sino el honor, la potencia, el valor y la muestra de que son “hombres de verdad”. ¡Qué enormes expectativas para un inocente pedazo de cuerpo!

No me sorprende que el hombre se canse de tener que ser un berraco a toda hora, y su neurosis se traduzca en maltrato a la mujer, la contraparte que le exige con ardor hacerla sentir segura y protegida. Esta acude a su energía masculina para erguirse, actuar y reclamar sus derechos. Asimismo, el hombre podría ayudarse de su aspecto femenino para saberse vulnerable, pues el no arriesgarse a identificar su temido estado de fragilidad genera esa frustración confusa tan a menudo transformada en cualquier tipo de violencia.

Margarita Rosa de Francisco

Fuente: http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/hombres-mis-respetos-margarita-rosa-de-francisco-columna-el-tiempo/16415690

Saludos, aunque esté de acuerdo en parte, no lo estoy en todo el texto ni por supuesto, como siempre en la generalización…

¿Los hombres llevan el peso de qué? Como reza el adagio, detrás de todo gran hombre debe de haber una gran mujer….

CITO:
“yo me sorprende que el hombre se canse de tener que ser un berraco a toda hora, y su neurosis se traduzca en maltrato a la mujer”

¿En serio Margarita? Yo estoy en contra de todo tipo de violencia y por supuesto en contra de las etiquetas propagandísticas, “ violencia machista, feminista, animal, vegetal…” la violencia es violencia y JAMÁS está justificada, el ser humano, independientemente de su sexo, independientemente de las condiciones, debe de saber controlar sus instintos, ya hace milenios que no somos animales, ni vivimos en cuevas….
 
A veces pienso, que estas escritoras y estas “pensadoras” fomentan más el odio entre géneros de lo que lo hacen otros….
 
Estoy en contra como digo de los estereotipos, de las etiquetas, y sobre todo de los pobres de mí que quieren dar pena o de los que no saben controlar sus impulsos primarios ( sean hombres o mujeres)…seamos personas, ensalcemos que somos en España casi 50000 millones de personas y que ¿ cuántos muertos por violencia sin etiquetas, 500? Porque eso no sale en las noticias…

Considero que en el momento que le dejemos de dar notoriedad a esos casos, dejaran de ser noticias, y que en el momento que hablemos de vida, en el que no tengamos que hablar de igualdad porque hablar de ello sea una perogrullada, la violencia bajara…dejemos de alimentar a la “bestia”…y demos de comer a la bondad intrínseca en cada ser humano…
 

Un abrazo

Buenos dias Javi... debo reconocerlo, me has sorprendido porque imagine que esta "oda al hombre" seria bien acogida porque son palabras que vienen de una mujer inteligente y preparada [escritora].

No obstante hay algunas cosas de tu respuesta que comparto, como el hecho de que hay intereses de que se hable de la "violencia unidireccional" [violencia de género], algo absurdo y sin sentido, pues la violencia ni tiene sexo, ni sexualidad, aunque muchas se empeñen en afirmar lo contrario, basándose únicamente en prejuicios contra los varones heterosexuales.

Pienso que Margarita no ha tratado de victimizar al varon, creo que su articulo hiba dirigido a hombres y mujeres para recordarnos que ser un varon no es sinónimo de ser privilegiado.

Se podria hablar de amor e igualdad, pero mucho me temo que eso no esta de moda, ahora lo que se lleva es la "igualdad contra las personas"... esperemos cambiar las cosas con ese amor incondicional. aunque nos tilden de bichos raros por no ser "politicamente correctos".

Un saludo