Hondero 3.0 maestr@
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| Tema: El padre de mis hijos Dom Sep 27 2015, 01:54 | |
| El padre de mis hijos Siempre hablamos del hombre perfecto, de la pareja perfecta. Y toda mujer básicamente quiere lo mismo, que sea amable, cariñoso, detallista, y que se acuerde de determinadas fechas sin necesidad de recordárselo con sutiles mensajes subliminales. Luego, bueno, siempre está, que te respete, que te quiera, sea fiel, y un sin fin de cosas, que van variando según la persona y la mentalidad que se tenga.Todo esto está muy bien, pero desde hace poco más de un año por motivos laborales me he dado cuenta, o me he percatado aún más, de la importancia que tiene saber elegir con quien vas a compartir tu vida y algo más que una vida. En otros post he hablado de este tema, sobre todo desde el punto de vista “parejil” (que no perejil), porque al fin y al cabo esta sociedad está diseñada para compartir tu vida con alguien, sea de tu mismo sexo o del opuesto, pero para hacer una vida en pareja. Está claro que siempre habrá cosas de la otra persona que no te gusten tanto, o que te disgusten completamente, siempre habrá sus más y sus menos, pero como la expresión misma dice, los más tienes que primar sobre los menos.La tolerancia y saber querer a la otra persona tal y como es, sin necesidad de que cambie sólo por el simple hecho de que se acomode un poco más a nosotros, es una de las cuestiones que tengo más presente a la hora de conocer a un chico. Pues en mi caso, siempre son ellos los que esperan cambiar algo de mi, actitud que por otro lado es muy común en el sector femenino, que más temprano que tarde termina queriendo cambiar algo del susodicho. Para mi, y creo que realmente muchas personas me dirán loca por lo que voy a decir, una pareja es una empresa, donde claro está hay dos socios que deciden si dan participaciones a terceros o no, pero que a la hora de la verdad son sólo dos. Es una empresa porque el amor está muy bien, pero la convivencia y la vida te pueden poner en situaciones donde simplemente querer (decir “amar” me parece muy cursi) puede ser insuficiente.En esta empresa cada uno tiene que tener su vida, su economía, su independencia, y su forma de afrontar las cosas, pero siempre pensando en el bien común, porque la empresa la forma junto a otra persona, y hay que, por ejemplo, consultar ciertas decisiones que puedan afectar al conjunto. Hasta aquí todo correcto. El problema en la mayoría de los casos se da cuando en esta empresa interviene un tercero descendiente, y es que aunque tener un hijo puede ser símbolo de unión, la mayoría de las parejas se divorcian una vez han sido padres.Es tan importante saber qué quieres del padre/madre de tu hijo, que la gente no se puede imaginar hasta qué punto esto condicionará el resto de nuestra vida. Después cuando toca separarse por H o por B, vienen los “antes él/ella no era así”, “cómo pude casarme con esta persona”, “cómo pude tener un hijo con él/ella”, “ojalá desapareciera”, etc.Por eso, si algo tengo claro del padre de mi hijo es que tiene que ser buena persona, y mira que parece fácil, pero creedme cuando os digo que no lo es. Ser buena persona abarca muchas cosas, y ojo que podrá ser buen padre y no buena pareja, o al revés, buena pareja y un pésimo padre. Pero sea como fuere tendrá que ser buena persona. Os explico el por qué de mi obsesión.Si es buena pareja y pésimo padre, pero buena persona, se esforzará en hacerlo lo mejor posible, a mi por mi parte me tocará comprender la situación y aceptar que esta persona no puede dar más de sí en este tema.Si es buen padre y pésima pareja, pero buena persona, hará lo que más me interesa: cuidar del bien común, que en este caso dejará de ser la empresa, que tras un tiempo creará con otra persona por el espíritu emprendedor que todos tenemos, para convertirse en un hijo. Sea como fuere, mientras sea buena persona, no le hablará mal de mi a nuestro hijo, acordaremos siempre lo mejor para el niño, y habrá respeto mutuo, porque él, como yo, es buena persona.Todas las semanas llegan casos al despacho de divorcios, y en el 99,9% de las ocasiones puedo decir que ninguno de los dos, ni ellos ni ellas, sabían con quien se casaban, y con quien tenían un hijo. Estaban enamorados, ilusionados, desesperados, cansados de la soledad o encaprichados de una persona que una vez visto la imposibilidad de afrontar ciertas situaciones, sobre todo cuando de un menor se trata, cada uno ha barrido para su casa y ahí se ha quedado el niño, en medio, pensando que es él el culpable de que mamá y papá ya no se soporten entre ellos.Los padres por su parte, ambos carentes del concepto de “buena persona”, han utilizado al menor en mayor o menor medida, sólo para sentir que tienen el control sobre el otro, sólo para sentir poder, para sentir que ellos mandan, olvidando la mayor parte de las veces que existe una persona que con el tiempo crecerá y tomará partido, será consciente de la situación y será, también, quien tenga la última palabra para decir algo al respecto, no sobre la relación que dejaron de tener sus progenitores sino por la forma que cada uno tuvo de afrontar la situación, sobre todo porque la mayoría de los padres, tienden a querer poner al hijo en contra del otro. El otro siempre es el malo/a.Por supuesto, estoy de acuerdo con el divorcio, porque si una pareja no funciona, no creo que los hijos sean motivo suficiente para convivir bajo el mismo techo con una persona con la que realmente no se tiene buena relación, y con la que se querría únicamente poner distancia por medio.Por ello a la hora de formar una familia, a la hora de pensar realmente con quien voy a compartir mi vida, y algo tan importante el resto de mi existencia como es un hijo, sólo pido una cosa: que él sea buena persona.Fuente: http://www.piensaesgratis.com/el-padre-de-mis-hijos/ | |
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