Un efecto sorprendente de la voluntad de dejar nuestra negatividad interior es el descubrimiento de que el polo opuesto de los sentimientos negativos existe.
Hay una realidad interior que podemos llamar nuestra "grandeza interior" o "Ser Superior".
Tiene mucho más poder que la negatividad interior.
A cambio de dejar ir las recompensas que estábamos recibiendo de la posición negativa, ahora estamos sorprendidos por las recompensas positivas que se derivan del poder de nuestros sentimientos positivos.
Por ejemplo, cuando dejamos de culpar, experimentamos el perdón.
Nuestro Ser Superior, que podríamos decir está compuesto de nuestros sentimientos más elevados, tiene capacidades casi ilimitadas. Puede crear oportunidades de empleo. Puede crear situaciones para la sanación de las relaciones. Tiene el poder de crear oportunidades para relaciones cariñosas, oportunidades financieras, y la curación física.
A medida que dejamos de darle autoridad y energía a todos los programas negativos que se derivan de nuestro propio pensamiento, dejamos de regalar nuestro poder a los demás y empezamos a recuperarlo de nuevo. Esto se traduce en un aumento de la autoestima, el retorno de la creatividad, y la apertura de una visión positiva del futuro que sustituye al temor.
Podemos experimentar con alguien con quien tengamos una relación pobre debido a aferrarnos a los resentimientos.
Podemos sentarnos y decirnos a nosotros mismos que esto sólo será un experimento.
El propósito de esto, nos decimos, es estrictamente aprender; es decir, queremos familiarizarnos con las leyes de la conciencia y observar los fenómenos que se producen.
Reconocemos las recompensas que hemos estado recibiendo de nuestros sentimientos negativos.
Entregamos cada una de ellas y, al mismo tiempo, dejamos de resistirnos a aquello en nosotros que estaría dispuesto a sanar la relación. En este punto, no es necesario tener ningún contacto personal con la otra persona. Estamos haciendo este experimento por nuestro propio bien y no por ellos.
Al buscar en nosotros mismos, nos preguntamos, "¿Qué está encubriendo la ira?"
En el fondo de esa ira, probablemente encontremos miedo. Y junto al miedo, encontraremos también celos. Encontramos la competitividad y todos los otros pequeños componentes del complejo sentimiento que han bloqueado la relación.
Al simultáneamente dejar ir lo negativo y dejar de resistir lo positivo se produce un cambio de energías internas, acompañado de un cambio sutil en nuestra autoestima.
Dejar ir nuestra resistencia a estar dispuestos a que algo positivo suceda en la relación es todo lo que se necesita. A continuación, podemos simplemente sentarnos y ver que lo ocurre. En este experimento, no estamos interesados en si la otra persona "lo consigue."
Sólo estamos interesados en lo que nosotros consigamos.
Sólo estamos interesados en mover nuestra propia posición en el asunto y, luego, simplemente observamos lo que sucede.
Por lo general sobreviene una experiencia muy gratificante, que tendrá diferentes formas dependiendo de las circunstancias.
Texto del libro "El Camino de la Entrega", de DAVID R HAWKINS, página 48.